Estaba por ahí leyendo blogs, y en el Diario de una soltera leí sobre el cuento de la rana que se convierte en príncipe.
Y recordé, un cuento que nos inventamos con mi sobrina preferida. Para ser precisa 5 años ya. Jo como pasa el tiempo.
“Hace 5 años había una princesa que llego desde un país lejano y en una playa del norte se encontró con su príncipe azul.
Era alto, cariñoso.
Ella sentía que tocaba el cielo con sus manos, era feliz, había encontrado el amor. Él la quería.
De repente apareció una bruja malvada del sur, y con sus artimañas lo embrujo llevándolo al huerto pues quería descendencia. Y lo consiguió.
El príncipe cuando volvió a su playa vació de su energía, encontró a la princesita que aun se encontraba ahí, esperando.
Se acercó, sonrió y la beso.
Y de repente, la princesita sonrió socarronamente, el príncipe alto y cariñoso se convirtió en una rana.”
Para el que quiera pensar que esto es una estupidez, pues es verdad, pero nos reímos mucho con mi sobrina, porque el príncipe y la bruja del sur eran reales y la rana aun la tengo sentada en una silla en el salón.
Eso si, nunca me considere una princesa que conste.