Esta semana se cumplen 4 años que recibí una madrugada un llamado diciéndome que alguien muy querido ya no estaba con nosotros.
El dolor inicial intenso ya paso, el dolor provocado no solo por la pérdida inesperada, tres días después de haber recibido un mail contándome de sus vacaciones en Italia, que había vuelto, que cuando tuviera un rato me llamaba o me mandaba otro mail contándome un montón de cosas sobre ese viaje, sino por el incremento de la distancia física que nos separaba. Evidentemente la vida la jugo una mala pasada y nunca pudo volver a escribirme.
EL dolor inicial ya paso, pero no del todo. Creo que nunca pasara. Alguien me dijo, todo evoluciona, todo se transforma.
Es verdad, el dolor se ha transformado en un recuerdo melancólico y triste, que cuando vuelve provoca aun dolor y lo hará siempre. De eso estoy segura.
Cuando suceden cosas así, estando uno lejos, falta la contención de un abrazo que nos de el consuelo de llorar liberando la pena que nos oprime el corazón, o simplemente falta el haber podido despedirse. Creo que por esto es aun más difícil no sentir aun dolor.
Toda perdida de alguien querido produce dolor evidentemente. No creo decir nada nuevo para nadie, quien no ha pasado por esto alguna vez?
Pero para mi su perdida fue mas que eso.
Era una gran amiga, compinche desde la juventud. Habíamos pasado cosas buenas, malas, peleas, risas. Tuvimos épocas que hasta trabajamos en el mismo lugar. Para mi fue como la hermana que nunca tuve.
En ese viaje a Italia que hizo, yo también iba a ir. Era una manera de hacer algo juntas ahora que vivíamos tan lejos la una de la otra.
Pero para no variar en mi vida, yo no pude ir por problemas de trabajo.
Como me arrepiento, joder.
Su muerte me sumió en una crisis personal impresionante, pues se sumaba a la de perdida de mi padre 4 meses antes. Ya llevo 4 años con ella.
Me movió los cimientos de lo que yo pensaba era una vida buena y tranquila.
Me di cuenta el verdadero sentido de la palabra amistad. Que tenía gente a mí alrededor que ni sabía porque estaban o porque estaba yo con ellos, y cada día me convenzo más de esto.
Pero sobre todo, me plantee si vale la pena en la vida sacrificar cosas como un viaje con buenos amigos, por el trabajo.
Aun vivo coletazos en mi crisis, pero creo que algo he avanzado. He crecido, veo la vida distinta que antes, valoro las cosas de otra manera, y sobre todo intento de tener una posición positiva no quejándome de las cosas. Si lo hago, lo justo y en su sitio.
Aceptarlas como son, e intentar tirar para adelante con una sonrisa mejor que con cara de amargada. Ya no sacrifico, o intento sacrificar pocas cosas por el trabajo.
Aunque suene tópico, la vida es una sola, y tan corta, posiblemente más corta de lo que muchos suponemos. Lo peor de todo, que cuando más años tenemos, la percepción del paso del tiempo se acelera, conclusión la vida se va más rápido.
A ti, Ceci te sigo recordando siempre, como si aun estuvieras con nosotros.