La chica de las piedras

Así me llamaba mi padre cuando era pequeña. Me llamaba así, porque siempre miraba al piso y juntaba piedras.
Yo le explicaba que las piedras me hablaban. Él se reía siempre cuando yo decía esto.
En realidad no agarro todas las piedras, solo en la que mis ojos se fijan entre miles que puede haber. Por eso digo que me hablan. Es como si me llamaran.
Hoy di un paseo por la playa donde estoy con mi perro. Había viento, pero se estaba muy bien. No había nadie, primero porque no es aun verano y ya eran las 7 de la tarde. Dá un gusto caminar así por la playa.
Aquí no hay arena, sino piedras, un placer para mi. No para tomar el sol y disfrutar de la playa como a mi me gusta, pero si para dar paseos. Pues no paro de ver las piedras.
He recogido un montón de ellas, que despues terminan en mis macetas.
Una de las que me metí en el bolsillo para mi colección, tenia la forma perfecta de un corazón.
Y lo primero que me vino a la cabeza fué, «uis he encontrado mi corazón perdido».
Menuda tonteria mental. Es que no puede ser, he desconectado tanto de mi realidad cotidiana estos días que me doy el lujo de pensar menuda boludes.
Volviendo a las piedras, ya saben lo que me pueden regalar cuando vayan a un lugar exótico, una piedra.
Unos amigos este invierno me trajeron una que les «hablo» junto al Templo de Karnak en Egipto. Como ven, estoy infundiendo la manera de entender como las piedras nos hablan. Pero lo más importante de todo es que cuando visitaban ese lugar se acordaron de mi y mi gusto por las piedras, y sobre todo la historia del templo de Karnak, donde Ramses II edifico para su esposa Nefertary en la parte sur de Egipto, cerca de Nubia.
¿A que salgo barata de regalar?

3 comentarios en «La chica de las piedras»

  1. Bueno yo no soy muy aficionada a esto de las piedras, pero a veces he encontrado algunas muy bonitas, así muy redondeadas.
    La próxima vez que encuentre una especial seguro que me acuerdo de ti 😉

  2. NO entiendo por qué decís «Boludez»
    Los corazones perdidos tienen esa facultad. La de volver a ser encontrados en cualquier parte y en cualquier momento.

    Un besote argentino

  3. Tenemos piedras en el corazón… no las dejes… inunda tus macetas con esos recuerdos…
    Creo que mi próxima caminata por la playa, coleccionaré un par de colores…
    (volveré)

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