Hoy he terminado super tarde de hacer recaditos para la obra de los cojoncillos que estoy terminando.
Que hay que comprar esto, que hay que comprar aquello. Entre el calor y la cantidad de km al día que hago, que ya no sirve el aire acondicionado del coche, estoy con un cansancio en el cuerpo que ya no puedo mucho más. No me extraña que me este acostando a dormir a las 10,30 de la noche, eso si me despierto de un tirón a las 6,30 y sin despertador.
Como trabajo en casa a las 7 am, ya estoy haciendo cosas. Es que esto no puede ser.
Pues ayer, me hice un recorrido turísticos por 4 Leroy Merlins, buscando las mismas lámparas para un vestidor, en uno había dos, en otro 4, y así hasta que llegue a las 9 que necesitaba.
Las últimas las encontré en el nuevo de Parque Sur. Menuda ampliación han hecho del centro comercial. Nada que ver con lo que había antes. Así que al terminar con mi jornada laboral aproveche a mirar tiendas.
Entre el calor, la pinta que llevo para poder sobrellevarlo, que siempre salgo con algo de yeso pegado por algún lado, etc, mi aspecto no era para ir de tiendas. Cada vez que entraba a una, me sentía algo incomoda. Digamos que poco femenina.
Pero desde el escaparate las vi. Las mismas sandalias a la última que vi en una revista de Mango. Pues que hice, entre, me la probé y me las compre.
Más monas ellas. Eso si, a ver cuando las puedo usar, porque al trabajo con el taconazo que tienen imposible de llevar. A ver si a la cena que tengo mañana me las pongo.
Luego aproveche he hice la compra en el super del centro, pues no tenia ni leche. Que energía joder, como para no estar cansada.
Es que no puede ser, las mujeres terminamos el trabajo y tenemos que seguir con las obligaciones. Eso siempre se lo digo a los tíos que trabajan conmigo (que son todos), “de que te quejas si vos llegas a casa y tenes la comida hecha”.
Aunque sea yo pude por un momento pensar en mi, tener un arranque de feminidad y darme un caprichito.