Luego de muchos post filosofeando sobre los modales y formas de la gente para la cual trabajo, me quedan ya pocos días. En realidad solo dos, de aguantar.
Ya ayer escuche lo último que podía escuchar. Me dijeron, calculo que me quisieron insultar diciendo que yo era muy “compasiva con la gente” “que estaban hartos de esta sociedad Judeo-Cristiana en que vivíamos, donde prevalecía la compasión.
Sinceramente, si fue un insulto lo único que origino es que me pusiera a pensar que si, que era compasiva porque entendía que la gente pudiera no ir a trabajar si 10 min. de estar conmigo se había pegado una torta con la moto. O el otro que se había intoxicado con una tortilla y estaba en el hospital. O los que no trabajaban los domingos, y no decir de los sábados, porque la gente tiene vida privada y debe descansar. Que no vivimos en un país sub desarrollado donde la gente trabaja como esclavos más de una vez.
Conclusión, si, soy compasiva, comprensiva y tolerante. Y no quiero cambiar. Es la vida que elegí, “yo soy así” como dice la canción.
O como una vez le dije a mi madre, “es la hija que te toco, yo no voy a cambiar, ya sabes”
Pues a estos lo mismo. Y si tengo que aprender a no ser compasiva, comprensiva y tolerante, empezare por ellos mismos. Que la casa se la terminen ellos.
Con todos los demás seguiré siendo como soy, que me gusta ser así.
El domingo por la mañana, aeropuerto, avión y mamá esperando para darme un abrazo. Los que se quedan aquí, como decía San Martín, “cada uno es artífice de su propio destino”, como decía mi abuelo “CADA UNO SE JODE COMO QUIERE Y PUEDE”. Ala con eso.