Sábado por la mañana, y tengo una sensación rara.
He terminado una etapa de mi vida muy conflictiva, como todos saben. No tengo una sensación de vació, para nada. Tengo la sensación de que soy la dueña de mi tiempo desde ahora. Que puedo volver a planificar las cosas, lo que quiero y no quiero hacer.
Pero la sensación más relevante es que no me lo creo.
Si, no me lo creo. Dicen que todo pasa y todo llega a su fin. Pues yo aun no me lo creo.
Termine. Que gusto.
Se que me seguirán rompiendo las p…. que no tengo, pero es igual. Ya buscaré la manera de que así no sea.
El estar sentada acá, con mi tacita de café con leche, viendo que voy a hacer hoy, sin tener que hacer llamados por teléfono o discusiones, o tareas pendientes.
Que gusto.
Y eso que no estoy de vacaciones. Pero todo lo que tengo que hacer puede esperar al lunes.
Un fin de semana para mi. Uff. Eso es oro, lo demás tonterías.
Aun me quedan resabios de lo pasado, y me costará mucho tiempo volver a mi normalidad, pero ya ha empezado.
No os puedo contar como me siento, porque me parece todo tan raro que no me lo creo.
Me voy a vestir, sacar al perro a pasear, comprar el periódico, leerlo y luego…
Terminaré esos cuadros que tengo en el suelo desde enero.
Dichosa normalidad, que maravilla.
A pintar…
Te parece hasta raro y todo ¿verdad? Cuando después de tanto tiempo estresada un día te levantas y puedes hacer todo lo que te apetezca con calma, sin prisas, sin obligaciones y sin que te estén tocando la moral.
Disfrutalo mucho 🙂
También necesito una temporada así, para disfrutar de no hacer nada, levantarme a la hora que me da la gana, hacer lo que quiero, no tener ni móvil, ni internet, ni nada…eso si, tener al lado una playa.
Disfruta mucho este tiempo, es una dicha poder tener espacio para una de vez en cuando.
Cuando tienes ciertas costumbres adquiridas, es duro deshacerse de ellas, el hombre es un animal de costumbres, aunque estas no sean las más convenientes. Seguro que echarás de menos esa etapa conflictiva, en algún momento de despiste, cuando en medio de la tranquilidad te asalte la melancolía de aquello que tanto te rompía las «P» que no tienes :-).
Me alegro que te sientas tan libre, por fin!