Pues si, al final, toda la mañana del domingo la pase en poner orden a mis libros, papeles y bibliotecas.
Eso generó varias bolsas de basura que a la tarde me ayudaron a llevar al contenedor de reciclado. Porque uno tiene que ser civilizado y reciclar.
No terminé, pero aunque sea despeje el despacho de revistas y hasta juraría que ahora tengo más claridad.
Que peñazo poner orden. Uno empieza a encontrar fotos viejas, papeles o tarjetas dentro de los libros. Recuerdos en realidad.
A veces ya no se si es malo o bueno encontrar tantas cosas y tantos recuerdos.
Mira que guardamos tonterías.
Sinceramente, cuando vi la cantidad de cosas que salían de mi biblioteca como de la caja de Pandora con la peste para el mundo, pase y solo me dedique a limpiar tirando todo al suelo sin mirarlo mucho.
Más de una vez, comencé a pensar… esto es.. y nada, de repente mi pepito grillo personal me decía, pasando eso es pasado, a otra cosa mariposa.
Intentando borrar totalmente el…por si acaso… de mis pensamientos.
Me quede más liviana, lo tengo que reconocer pero no solo de cosas sino de recuerdos.
Ayer pensaba, que esto lo he estado haciendo muchas veces en mi vida sin ser tan conciente de ello.
De repente un día, me daba la neura y ponía orden a las cosas físicas, pero era como si mi interior me pidiera poner orden también por ahí, cerrando puertas para abrir otras.
El otro día leía por ahí, que alguien había contratado a otra persona para que ordenara sus armarios.
Yo a tanto no he llegado, están algo caóticos y las cosas nuevas tapan las viejas. A veces, cuando los ordeno aparece un jersey o camisa que llevaba años sin usar, como si se escondiera dentro del armario de vergüenza de otra época.
Pero para que los recuerdos no invadan la vida y te dejen seguir adelante, a donde los reciclamos? Algunos lo hacen en el diván de un psicólogo, yo ordeno bibliotecas, armarios y cajones.
Es más practico y económico os lo puedo asegurar. Hago lugar para lo nuevo en mi vida, y eso se llama avanzar.