La planta abandonada

Es increíble la cantidad de cosas que tiramos a la calle y que otra gente recoge. Por ej, donde vivo en la parte vieja de Madrid, cada tanto ponen un cartel para que bajes determinado día los trastos viejos, y pasaran a recogerlos. Pues uno de esos días, yo tenia una silla de escritorio de madera laminada en capas, tipo mueble noruego, que mi “hermanito” un día se estiró para atrás y la doblo tanto que me la desvencijo.
La silla aun servia, pero yo necesitaba apoyar la espalda, sino mi ciática crónica me daba la lata, por lo que compre otra. Pero que hacia con la vieja? Pues use uno de esos días para bajarla. Y aun no había subido a casa, cuando un joven la vio, la revisó como si estuviera en el mercadillo y se la llevo muy contento. Aun la debe estar usando, aunque sea no fue al basurero.
La gente aprovecha a bajar trastos que quiere tirar, y la calle se llena de cosas de lo más variado. Antes se encontraban algunas joyitas, como sillas del principio del XX, que con un poco de reciclaje podían quedar perfectas. Es más tengo que decir, que luego de pasar por mis manos apañadas, un par que recogí uno de esos días están en mi escritorio de fábula. Lo bueno era que son Tonet originales, así que imagínense.
Mucha gente no sabia que estaba tirando a la basura.  Esto ya no es así, ahora pasan las furgonetas de la gente del rastro antes que tú puedas darte cuenta y se llevan lo que pueden apañar para revender como antigüedades.
Pero a que viene todo esta lata?
Pues en junio, alguien dejo en la acera junto a una casa, una maceta con patas bastante grande con una planta casi muerta.
Me imagino que con la intensión de que cuando pasaran los del Ayuntamiento con la limpieza se la llevaran. Pues no ha sido así, la planta sigue en el mismo lugar.
Pero ahí no queda la cosa. En estos meses, una señora que la he visto ya varias veces, se trae de su casa una botella de agua y la riega. Hoy la he visto cortándole las hojas con mimo, como diciendo te he devuelto la vida.
La maseta con la planta lleva 3 meses en la calle. Y tengo que reconocer que la planta se ha puesto hermosa. Es parte ya del mobiliario.
No se muy bien, porque esta señora no se la lleva a su casa, si prácticamente la planta abandonada es suya.
Ya aparecerá algún avispado, que viendo lo bonita que esta se la lleve como hacen con las petunias que recién han plantado en la plaza, y saltan la verja para llevarse.
Bueno todo hay que decirlo, la maceta es un horror de fea, por eso no se la llevará.
¿Él que la tiro a la calle, la vera como está ahora?

6 comentarios en «La planta abandonada»

  1. Las plantas de mi oficina creo que llevaban un buen rato sin beber, así que te lo agradecen profundamente, el título ha sido lo suficientemente explicito como para recordarme lo de regar las “planticas”, que son muy bonitas pero no suelo acordarme.

    Dicen que las mujeres hablan más con las plantas que los hombres, ¿será verdad?. Si les hablas…, crecen y se desarrollan mejor, amen del agua, naturalmente.

    Si quieres te regalo una maceta hermosa para que adoptes la planta, o se pondrá celosa tu vecina, curiosa la señora, de que variedad es la planta, ¿lo sabes?

  2. TBO puede que las mujeres hablemos más con las plantas que con los hombres 😛
    yo con mis plantas las saludo y todas o casi tienen nombre, o tenian, las tengo un poco abandonadas.
    la planta ni idea cual es, a ver si le saco una foto y te la muestro por aqui,..
    saludos

  3. Llevesela Señora. Hablele y comparta con ella, no deje por favor que se la lleven al basurero.
    Creo que usted se sentira mal si no la vuelve a ver.

  4. Parece que en verano no sólo se abandonan animales! hasta a las pobres plantas!!!
    Es una historia bonita :-). Me ha gustado. Pero, no entiendo porqué no se la lleva a casa!!
    Yo, en mi primer alquiler, si que miraba los “trastos” que la gente tiraba, cuando se anda mal de pasta, todo vale! :-), y encantada, entretenida estaba arreglando lo que encontraba, pintádolo y barnizándolo si era menester.
    Ya no me queda nada de aquello que recogí. Con el tpo y los años he ido reciclando a cosas “nuevas”. Quizá haya perdido glamour… 🙂
    besos!

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