Llevo semanas que escucho por ahí o leo, de gente que no estaba conforme con lo que hacia y decidieron dar un giro cambiando radicalmente de vida y trabajo.
Evidentemente si el tema aparece recurrentemente estos días me da que pensar. Es como si el universo me estuviera diciendo algo en que prestar atención.
Tonterías a partes, cada vez que escucho sobre esto, pienso en mi caso.
Yo estudie la carrera que quería, no la primera de la lista, pero si la que quería. La elección fue práctica más que emocional, pero bueno, fue una decisión y no me arrepiento de ella.
A penas salí de la facultad, me fui de vacaciones y cuando volví, ya tenia trabajo en lo mió. Mucha suerte evidentemente, pero eran otras épocas.
Siempre he trabajado en lo mío, con altibajos pero constantemente. Hasta un día me dio la neura y me vine para España. Aquí llevo 15 años, también trabajando en lo mismo, con el titulo convalidado y todo.
Tuve hace 6 años un lapsus de saturación, y deje la arquitectura para dedicarme a hacer páginas webs. Me costo conseguir trabajo en el tema, con mi experiencia en otro campo, si bien era creativo, mi CV no encajaba en lo que quería hacer. Pero no me abatí, y a los meses lo conseguí. Trabaje en un sitio web de viajes, durante dos años, como webmaster.
Me sentí contenta de haberme reciclado, y sobre todo de cambiar radicalmente de profesión y aun así seguir adelante.
Lo de hacer webs empezó como un juego en el año 95, haciendo la web de mi perro. En este tema, aplique mis conocimientos de arte y diseño y los técnicos los aprendí leyendo libros y con le sistema de la observación, prueba y error.
En esa época no mucha gente se dedicaba a eso por estas tierras, por lo que se convirtió en un medio de vida más. Con el cual hasta he llegado a Francia contratada.
Pero luego de dos años de estar fija en un sitio, ya no me divertía tanto diseñando webs. Todo era rutina y mucha gente el doble de joven que yo se ofrecían para el puesto, por la mitad de precio, evidentemente.
Así que cuando mi último contrato terminó, lo deje.
Siempre me quedaba la opción de volver a lo original, y así hice. Luego de mi desvió laboral, ahora me dedico solamente a lo de siempre.
Aunque ahora no estoy segura si es verdaderamente lo que quiero hacer el resto de mi vida. Bueno, en realidad estoy segura que no.
Pero no se si es porque a ciertas edades uno ya está harto de trabajar o porque tengo otras expectativas.
Lógicamente ya he experimentado muchos cambios en mi vida, y con los años me estoy haciendo más conservadora, y no lo voy a dejar. Es lo que paga la hipoteca, así que no tengo muchas opciones.
Pero eso no deja de hacerme reflexionar, en que si lo que hago es lo que quiero.
Pero se puede cambiar, cuando ya tenes una edad que no entra en las opciones de mercado? O cuando uno lucha solo por salir adelante, y todo depende solo de ti, sin el apoyo de alguien o de algo?
Miedo dirán algunos, yo solo lo calificaría de ser cauteloso.
Pero igual sigue rondando en mi cabeza la pregunta ¿se puede cambiar?
A veces cambiar tanto es signo de no encontrar tu lugar y nada más. Puede ser que por ahí vayan los tiros.
Lo que hago me gusta, pero por perrería. Seguramente hay otros trabajos en los que yo pueda usar mi verdadero talento.
La respuesta a tu pregunta: si te lo preguntas es que es cierto.
(o sea: estás hasta las bubbies de lo que haces) pero como bien dices, es lo que paga la hipoteca..
paciencia
La teoría dice que cambiar es bueno, porque en cada cambio te enriqueces. Cuando eres joven eso te da carácter, ímpetu, experiencia. Cuando ya la tienes, con el tiempo, cambiar…da….dudosa inestabilidad…
Yo de ti…seguiría escribiendo tu blog, invertiría en mis aficiones, en lo que me gusta, sacará el jugo de mi trabajo (el que pudiera) pero no dejaría mi sangre en el.
Y sobre todo, dejaría de buscar, tanto tiempo trabajando! lo que hay que ir pensando ya es en eso, en NO TRABAJAR!!! y sólo en VIVIR!
Cuando puedas, deja de trabajar.., si te toca la lotería claro.
Pienso que dejar de trabajar no es demasiado saludable, luego comienzas a comerte el coco con otras cuestiones. Quizás lo más divertido sea cambiar las disciplinas de vez en cuando, los retos a los que te enfrentas, de trabajo, de ciudad, de gente. No conformarte. Buscar incesantemente nuevas metas por alcanzar.
Para eso has de encontrar un lugar para tí, un lugar donde puedas regresar siempre, que quieras y que te guste, al que puedas llamar tu hogar, donde te amen.
“allí encontrarás la fuerza que te acompañe, Jedai”
Un lugar donde puedas encontrar siempre el equilibrio de la fuerza y dar sentido a tu creatividad.
El Pollo “JODA”
Pollo JODA:
yo tenia ese lugar donde volver siempre, por eso me adentre en oceanos desconocidos, pero ese lugar ya casi no existe y ahora tengo mas temor…
tendre que encontrar el sitio donde estoy ahora 🙂
yo tengo exactamente la misma preocupación, con el agravante de que cada vez se me hace más evidente de que me he equivocado en todo pero no tengo muchas más opciones a mi edad.
Caí en tu blog un poco para ver cómo otras personas han encontrado una salida feliz a la necesidad de cambio.
Mi problema es que no quiero hacer más lo que hago pero no sé a qué otra cosa dedicarme y para la realmente sirva. Soy una nulidad patética.