Ayer leía una noticia de un hecho que paso en Cataluña.
Un choque, entre una grúa y un coche. En el coche una chica de 20 años.
Se apartan para hacer los papeles del seguro, y el tío le dice que no tiene los papeles encima. Que la acompañe a un desguase donde trabaja para buscarlos y hacer el papeleo.
Cuando llegan, intenta convencerla que engañe en los papeles. La chica se niega.
El gruista la aborda, y la logra atar, vaya a saber contra que. Intenta nuevamente convencerla y como no lo logra, la estrangula.
La chica se desmaya por falta de oxigeno. Él cree que está muerta.
Cuando reacciona al rato, el personaje en cuestión debía haber estado más tranquilo, porque la chica logra convencerlo que pase del tema y la lleve al hospital que se siente muy mal y que él también necesita ayuda.
No me quiero imaginar lo que debe haber pasado, pero hay que tener templanza ante la situación extrema, para a través de la palabra lo convenciera, porque la llevo.
La chica ya esta bien, y el tío preso.
No se como hubiera reaccionado yo. Creo que antes de ir a un desguase para arreglar los papeles, hubiera llamado por el móvil a la policía. No tengo ni idea.
Pero la chica con solo 20 años, no se lo que se le habrá pasado por la cabeza pero luego de semejante situación encontró fuerza para superar la situación.
De todo esto dos conclusiones:
-La chica en cuestión, si resolvió así semejante problema con 20 años, se le ponga lo que se le ponga en su vida lo resolverá. Impresionante.
-El tío confirma lo que yo digo siempre, que la peña esta de los nervios.