Esta semana bajo de Navarra una buena amiga. Estuvo unos días en casa y cuando ella viene nos dedicamos sobre todo a charlar y marujear.
El otro día estábamos de compras en el Corte Ingles y empezamos a tontear haciendo la lista de cosas que nos gustaría que nos regalaran para Navidad.
Ella la empezó con una casa, cosa que anulé porque era demasiado para una lista de regalos, tenían que ser cosas más probables.
Pues yo empecé mi lista con un par de zapatos de Chanel que llevo viendo dos meses en las revistas, y que posiblemente nunca me compre no solo por el precio sino porque no los usaría nunca. Pero son más monos.
Continué con un reloj. Pues si, algo frívolo. Me gustan los relojes. Eso si, un Cartier con malla de cuero marrón.
En fin. Siguiendo con la lista, agregue un viaje a Bora-Bora y las islas Fitji. Eso si con buena compañía.
Bueno ya no recuerdo que más pedí, pero eran cosas tan absurdas e improbables que terminamos muertas de risa. Porque entre sus pedidos y los míos, necesitábamos ganar la lotería.
Cuando salimos a la calle, jugamos al Euro millón entre las dos, a ver si nos sacamos algo. Cosa también improbable.
Pero como decía alguien “soñar no cuesta nada”.
Te contaré la verdad: papá noel ya no tiene barba.
;o)
un beso, y suerte
Yo me conformo solamente con una cosa tan simple y a la vez tan importante como….. ser feliz!
Un beso
… Y los sueños, sueños son …