A lo largo de mi vida he tenido muchas citas, a ciega o no. Algunas han sido fantásticas y otras no tanto. Si hago historia podría contar que cuando no tenia más de 12 años, tenia n enamorado desconocidos que me mandó una carta pidiéndome una cita pues estaba enamorado de mi. Esa posiblemente allá sido mi primera cita a ciegas, si bien nunca la tuve porque me dio tanta vergüenza, que rompí la carta y nunca más dije nada hasta ahora que lo estoy contando. Aun hoy me acuerdo y pienso, y si hubiera ido que? Pero era una cria.
Yo soy la pequeña y tengo hermanos solo varones, por lo tanto siempre había citas con los amigos de mis hermanos que me querían conocer. Sobre todo con el que yo le sigo, que solo nos llevamos dos años. Pero las citas también las montaba yo. Es más, él se casó con una amiga mía. Pero yo por esa época estaba de novia formal con un atleta, campeón argentino de salto triple y salto largo, más guapo él. Se llamaba Martín, y tenía unos ojazos. Era la envidia del grupo de amigas. Así que por esa época no tenia citas, era un chica formal, no me interesaba nada más.
Luego vino la facultad, y yo me despendolé. Pero debo reconocer, que una vez un compañero que después nos hicimos amigos, se subió detrás mió en un colectivo y me dio una rosa con nota, yo en ese entonces ni sabia quien era. Me dejo con la boca abierta, porque me sonrió me dijo “Lukre, esto es para ti, espero respuesta”, se dio media vuelta y le dijo al conductor que se había equivocado y se bajo. Me dejo toda roja de vergüenza con todo el mundo mirándome como diciendo.. venga que dice la nota. Pues no leí la nota hasta que me baje. Me pedía una cita, me daba un lugar en un café, fecha y hora. De más está decir, que acudí. Ahí estaba esperando. Fuimos grandes amigos.
Después vino la época de Internet. ¿Quién de los que usan el ordenador no ha tenido una cita a ciegas generada en Internet? Pues creo que no se salva nadie. Yo he tenido muchas y variadas. Con algunos he entablado amistad aun hoy, con otros he tenido relaciones efímeras llenas de diversión y sexo y seguimos siendo amigos, y con otros mejor no volverlos a ver. Las razones de cada una me las guardo.
Luego vino una época de introspección y alejamiento de la vida social. Una crisis personal, va. Las citas se acabaron por decisión mía, pero todas, no solo las a ciegas. Mis prioridades cambiaron, y las cosas que buscaba de la vida también. Las citas ya no tenían sentido.
Cuando he vuelto a lo que yo llamo “vida social” he vuelto a tener citas, a ciegas o no, pero en general generadas por gente cercana que me quieren presentar alguien como la del otro día.
La del domingo, (para los cotillas que me leen) estuvo bien porque yo ya no espero nada de las citas sean como sean, pero este estaba bastante cayado, no diría soso como alguien insinuó, sino con demasiados silencios para mí.
Si tengo que hablar de mi propia experiencia personal sobre el significado de las citas, a ciegas o no para mi, nunca he puesto muchas expectativas en ellas, y menos en estos tiempos. Nunca he pensado que una cita me puede solucionar mi vida. Pero me divierte mucho tenerlas, aun hoy. Conozco gente que de otra manera seria imposible conocer. Posiblemente mi visión de ellas sea desinteresada e inocente.
Pero ya no estoy para aguantar por ej, lo que me paso en enero. Quede una mañana de un lunes con otro escritor de blogs para ponerle cara a alguien. De mi parte sin ninguna intención, si la hubiera tenido no hubiera puesto ese día y esa hora posiblemente. Pues nada, nos encontramos, charlamos un rato enorme como si nos conociéramos de siempre, posiblemente porque si nos conocíamos, de leernos mutuamente durante tanto tiempo. Uno al final de leer los blogs termina conociendo al otro. La charla fue amena, simpática y entretenida. Pero en fin, se hace tarde y decidimos que nos vamos, cada uno a lo suyo. Al despedirnos, a esta persona la noto nerviosa como queriendo huir apresuradamente, cosa que confirmo después, pues nunca más volvió a intervenir en mi blog ni supe más nada. No se si lo lee o no y sinceramente me da igual, Quizás le molesto mi perfume, que de más esta decir que era Coco de Chanel, porque es el que uso y no a todos les gusta.
Bromas a parte, esta situación me ha hecho pensar, en lo que esperaba del encuentro. Posiblemente algo totalmente distinto a lo que yo esperaba, que era solo conocer a alguien y charlar en persona lo que antes solo hacían las palabras. En fin, problema de él en realidad, yo sigo aquí. Pero estas cosas descolocan un poco porque te hacen pensar cosas que no queres pensar o no tenés interés en hacerlo. Ya no estoy para estas boludeces. Pero en fin, cada uno a lo suyo.
Las citas, ciegas o no, me van a seguir interesando porque es una manera de conocer a la gente, por medio de la charla y quizás una buena botella de vino o un gintonic.
Y después? Pues eso es como todo, surgirá lo que tenga que surgir si surge y sino surge pos nada a otra. Joder que traga lenguas, mejor lo dejo aquí.
Pd: para tener una cita conmigo, si estas interesado, dejar el currículo en la entrada porfa. Veré la agenda.
pd2: Antes que me lo diga alguien, me lo digo yo… «Lukre, menos loba»
La historia de el amigo que te dio una rosa con una nota en la guagua, es muy bonita. Son esos pequeños detalles que a veces tiene alguien que conoces, que te marcan y que nunca se olvidan.
Tengo una amiga que tiene una teoría muy divertida. Dice que todas tenemos un amigo que está bien y es interesante, pero que no pensamos en él nada más que como amigo, y que esto es un auténtico desperdicio porque a cualquiera de las otras del grupo sí les podría interesar en otro plan. Así que propone que un día hagamos una «puesta en común», llevando cada una a su amigo. Y está convencida de que saldrían algunas parejas de ahí.
Si lo del «achuchón-party» que contabas el otro día ha tenido éxito, ¿quién sabe?, a lo mejor lo de la «puesta en común» se podría poner de moda también.
Las citas a ciegas no suelen ser demasiado positivas, a veces terminan con la magia de una preciosa amistad.
Qué estrés, una cita a ciegas… no sé, no sé, me parece muy difícil que algo así funcione… yo, además, estaría muy cortado.
P.d.: me debes un premio por haber ganado un concurso 🙂
El nombre de la serie de televisión era: «Rubia y peligrosa». Que difencia entre los dos blogs, parece joven intrépida de día y «rubia peligrosa» de noche.
Reconozco los dibujos de Sin City. Muy buenos.
Saludos
esto ya está mejor!!!!
un informe en toda regla
me ha gustado lo del novio ese atleta
hombre, una cita entre blogueros no es exactamente una cita a ciegas
que ya hay mucho camino andado
Estoy de acuerdo con Aguardentero de que una cita entre blogueros, no es una cita a ciegas. Como bien has dicho es un encuentro para ponerle cara a alguien. Porque lo más importante que es la personalidad, la conocemos un poco a raiz del blog…y si encima han chateado.
Lo que no se puede llevar a ninguna cita, a ciegas o no, es la maleta cargada de expectativas,hay que ir sin complejos, sin juzgar sin ser juzgados. Después de todo, lo que tenga que ser, será.
En fin, él se lo pierde y tú te lo ahorras!
Besos
Del 90% de las citas a ciegas se espera un buen polvo, no esperes grandes conversaciones.
🙂
Te aseguro que si yo quedara contigo esperaría una conversación amena, divertida y de amiga!! No esperes un buen polvo!!!
:-).
pd.- oye, si recibes muchos CV, dímelo!!! quizá yo también me haga propaganda para alguna que otra cita!!! jajajajaja
besos!!
Las citas a ciegas son para lo que son. Y cada uno ya sabe a lo que va y a lo que se expone.
Te envio mi curriculum por UPS.
Un besote.