Hoy cuando leía el periódico mientras tomaba un cafetito en Mallorca como debe ser (ya sabéis que soy una pija :P) antes de empezar a trabajar y para intentar despertarme del todo porque llegue dormida, veía una noticia sobre el estrés laboral de los madrileños. Donde más de un millón de personas sufre estrés laboral. Las mujeres, por supuestos, las que más porque también teñían el estrés del hogar, ya saben, las mujeres tenemos pluriempleo con la casa.

Y me quede pensando, que yo era una de esas personas. Ayer salí de mi casa a las 8.30 de la mañana y llegue a las 9,30 de la noche. Todo por temas de trabajo. Me costó dormir bien un montón, porque como estaba tan cansada el sueño se convirtió en una piedra, y no llegaba a dormirme bien.
Por suerte el pequeñazo de mi “Gauchito”, no dio la vara, y se durmió casi de un tirón no ladrando a las 4 de la mañana como hasta ahora, ya se esta haciendo más grande.
Hoy estoy zombis. Ya llevo 4 cafés de los grandes y aun estoy out.

El artículo decía que los jóvenes lo llevaban mejor porque se lo tomaban de otra manera. En cambio los mayores de 40, (jo, los mayores, mejor los de más de 40) eran menos tolerantes con el estrés, y los de 50 ya no lo soportaban llegando a dejar el trabajo por el estrés.

Yo creo que el meollo de todo es que los trabajos deberían aceptar la flexibilidad de horarios. Que se creara la conciencia del trabajo terminado y no del tiempo a cumplir metido dentro de la oficina. También es verdad, que mucha gente no se responsabiliza de la tarea que hacer y solo va a cumplir el horario trabajando lo justo para que no lo despidan.

Yo particularmente llevo fatal la rigidez de horarios. No siempre me puedo concentrar, y cuando tengo un horario rígido como ahora, me pongo nerviosa porque me siento encerrada, atrapada.
Ya me lo dijo una psicóloga que me hizo cuando salí del colegio secundario, lo que antes se llamaba y se hacia, test de orientación profesional, “tu no sirves para estar todo el día en el mismo sitio, necesitas una actividad que te permita estar al aire libre por momentos”. Va, que para oficinista nata no valía.
Ya estoy pensando como equilibrar el horario con mi vida personal. Ahora muchos cambios no puedo hacer, porque tengo mucho trabajo y en realidad no mucho tiempo libre, pero algo haré. Tengo dos horas para comer, de las cuales uso una porque no vuelvo a casa, así que tengo varias opciones.

O me voy a tirar bolas al campo de golf que tengo a 5 min., un par de veces por semana, y otro me busco alguna actividad en el polideportivo cercano, sobre todo ahora que empieza el calor y cuando abran la piscina de verano, para ir a tomar sol al medio día. O esa hora de más la reduzco de la tarde, o las junto para no trabajar los viernes por la tarde.

Sinceramente no se que hacer. Hemos hablado de todas estas posibilidades, y creo que la de los viernes es la que tiene más votos, no les hace mucha gracia que me vaya a las 6 en vez de las 7, por lo que he visto. Por ahora como no hay manera de llegar temprano con el paso por Moncloa, no digo nada. Dijimos de hablarlo el mes que viene cuando me conozcan ya.

En cuanto al estrés, yo no lo tengo, lo que si tengo es que ahora me canso más, y como ayer algo que antes hacia todos los días, ahora se me hace cuesta arriba. No es de extrañar que los que pasamos los 40 empecemos a pensar en trabajar menos horas.

Pd. Alguien me quiere mantener, así no trabajo? Se aceptan propuestas para su evaluación. Por correo electrónica, por favor. 😛

Pd2: jo, en este instante estoy viendo por la ventana a un mazizorro como a mi me gustan, con un culito que vaya, con aire desenfadado, canoso, va guapo él.
La calidad de vida también es recrearse la vista.

pd3: como se sabe que un tio tiene un buen culo sin verlo en directo?
si rellena los vaqueros. Fijensen.