La situación:
Llega un mensajero, centroamericano, con un sobre que mandaron a buscar ya el jueves a la tarde, y no había nadie. El que lo fue a buscar el jueves, estuvo esperando media hora y se fue. El viernes, al final buscaron el sobre y lo llevan al despacho para dejarlo.
El viaje hay que abonarlo, 34,30 euros (treinta y cuatro euros con treinta céntimos). (lo escribo porque es importante saberlo bien).
Me da el sobre a mi y la factura. Yo le llevo el sobre al jefe-dueño-manda más, porque estamos los dos solos, para que me de el dinero.
Va y me dice –pues no tengo efectivo, le pago con un cheque.

Y se montó la de san quintín.

Una pausa: antes de contar el desenlace, debo aclarar que todo el mundo con dos dedos de frente, y que viva en este mundo, sabe que este tipo de servicios se pagan en efectivo si no eres cliente que tengas cuenta. Pagar con un cheque en Francia, no en España.

EL meollo: El mensajero que le saco el sobre y dice que se lo lleva sino le paga, en efectivo. El jefe, que le dice que le da un cheque. Yo que alucinaba de cómo se iba enredando todo.
Que llamado de allá, de aquí, que uno amenaza al otro. Yo me siento en mi sitio, y ni me meto.
El jefe llama a la Guardia Civil, porque el chaval se quiere llevar el sobre que es una documentación de él, eso si, pagándole con un cheque.
En eso viene la jefa, y se mete en el fregado.
Discute por teléfono con la de la empresa, y aunque ella si tenia efectivo para pagar el servicio del mensajero, se cabrea y le parece un robo que le cobre eso, sin recordar que lo mando ayer y la empresa estaba cerrada por lo que el chaval espero media hora hasta que se fue. Debía pagar por dos servicios.
En eso llega la Guardia Civil, y cuando le cuentan que pasa, situación tan surrealista, entra en cólera el de la benemérita. Porque con dos dedos de sensatez, le parece una reverenda gilipollez que le hagan perder tiempo en venir para esta tontería.
En eso llegan dos más de la policía local. Y a los dos minutos, otros dos más, porque habían dicho que era un robo.
Empieza, uno de la guardia civil a pedirle la documentación al pobre motorista que estaba haciendo su trabajo, el otro, les recrimina a estos dos que los hallan llamado por semejante tontería, que había tenido que salir de una búsqueda de una niña de 6 años que se había perdido, por el llamado del robo.
Yo escuchaba y no sabía si reírme o llorar.

El desenlace: por el teléfono la empresa de mensajeria, le dice al chico que coja el cheque y se vaya, posiblemente porque no tenía su documentación en regla, porque el chaval lo estaba pasando fatal.
Los otros dos, pidiendo disculpas a la benemérita, y bajando el tono de voz y los modales desde que entraron al despacho.

La conclusión: la gente esta muy loca. Pero todo esto, que juro sucedió, me hace pensar, para que tipo de gente estoy trabajando, si montan la que montaron, por pagar 31,10 €. Estuve a punto de salir, caminar 10 metros y sacar el dinero del cajero para pagar.
Que tengan que venir 6 policías por semejante estupidez. A quien se le ocurre pagar con un cheque, en España, por favor.

Lo importante no me metí. Me quede al margen. Era todo tan surrealista que mejor no meterse. Juro, que aun no se que pensar de lo visto.
Que mal rollo me ha dado.