El otro día en mí afán por las ganas de tener un reloj nuevo, cosa que mi últimamente visión espiritual de la vida me lo impedía, porque eso era consumismo y tengo un montón de relojes.
Así que mire donde los guardo, a dos les faltaba pila y al que uso ahora con cambiarle la correa me iba a quedar como nuevo, me lo compre el año pasado. Me fui a una relojería pequeñita en Sol, a ponerlos a punto.
Claro iba con tres, y mientras me atendían, entraron “dos señoras muy señoronas” como decía Maria Elena Walsh en Manuelita. Va dos marujas, madre e hijas vestidas igual, con traje de chaqueta un sábado a las 11 de la mañana. Marujas, y no hay discusión posible.
A que iba.
Entraron, y como el local era pequeño, quiero pensar yo, el señor detrás del mostrador también las atendió a ellas, mientas ponía en funcionamientos mis relojes. Querían un reloj para regalarle a un niño por su comunión, pero no querían gastar mucho, 7 euros máximo, y va la señora mayor y dice la frase típica “es un detallito”
Eso lo vengo escuchando de toda la vida. Un detallito. Es cuando uno tiene un compromiso medianamente social, va que si solo le deseas felicidades tampoco te van a retirar el saludo, pero uno se siente obligado.
Este tema es un punto de controversia con mi madre. Porque esto me lo enseño desde pequeña, pero de mayor alguna vez que lo he hecho, se ha molestado conmigo, y me ha dicho su frase lapidaria “das mas por el pito de lo que el pito vale”. Pero eso es tema de otro post.
La cosa es que estaba leyendo a Mordandis, en su blog, y pone “yo soy muy detallista” dentro de su post. Esto me ha hecho recordar que llevo toda la semana pensando en esto. En los detalles.
Yo soy detallista, aunque he de reconocer públicamente, que con los años cada vez menos, hasta llegar ahora a que paso olímpicamente de los detalles. Pero no porque no los sea, lo seré siempre. Yo, como alguna vez comenté por aquí, soy de regalar o tener un detalle con alguien sin motivo, solo porque de repente encontré algo que me hizo acordar a esa persona y si puedo lo hago.
Pero estos últimos tiempos, no.
Ahora veo que todo esta concadenado con lo que me pasa con la gente últimamente. En realidad si pienso muy poca gente estos últimos 15 años ha tenido detalles conmigo. Bueno yo no hago las cosas para que me las devuelvan, pero de vez en cuando a quien no le gusta que lo que uno da sin costo alguno, vuelva.
La acción de dar sin esperar recibir nada a cambio, es una filosofía orientalista y de gente santa. Y yo no soy ni lo uno ni lo otro.
Pero todo esto venia, a que la escena de la relojería, y el detallito de esa señora, un reloj por 7 euros, me ha causado mucha risa y he pensado mucho en esto y mi madre. Es más le pregunte al señor relojero, “ y por ese precio funciona el reloj?” y me dijo, pues si por una temporada, son chinos y me lo mostró.
Seguro, yo que soy tan retorcida, me vienen con un reloj así, lo tiro a la basura, porque es lo que pensé, menuda mierda de reloj.
Más que quedar bien con el detallito, debe haber quedado fatal, pero nadie se lo dijo. Pobre mujer.
Joder, un regalito de 7 euros para un nin~o que va ilusionado a tomar la comunion y recibir un monton de regalos…? Y seguro que ademas se juntara con 4 o 5 relojes el pobre muchacho. Ya les vale a madre e hija, y despues irian a comer las dos al Corte Ingles a comprar algo para ellas y a comer y despues a tomar un cafe sentadas en una terraza etc..etc…Para tirarles el reloj a la cara y cortarles el saludo desde ya. Vaya bochorno. Mucho traje, mucha leche..pero como diria mi a buelo: «Don sin din, mis cojones en latin». Y que razon tenia.
… asi es como vamos decreciendo como personas, vamos valiendo menos.
Saludos
El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra
Hay detalles que merecen tales…irritante el compromiso este de sonreir agradecido cuando ves que alguien te regala lo que sea por puro compromiso que a ti maldita la falta ni la gracia 🙂
Tengo que reconocer que siempre soy demasiado «espléndida» en los regalos, porque nunca miro el precio. Y eso me hace recordar a alguien que me «acusó» de, que, a través de mis «detalles» hacía que el resto se sintiera en «obligaciones» para conmigo y les incomodara recibir un regalo de «demasiado» valor en lo que ellos estimaban nuestra amistad. Es decir, que consideraban que les estaba «comprando» o que ponía en compromisos para que me devolvieran otro «detalle» igual.
Bueno, esa era la opinión de uno…que se sentía culpable porque le regalé algo que le encantó, era caro y el ya sabía perfectamente que me iba a dejar al poco tiempo. Y si, se «sintió» con el deber que devolverme otro regalo acorde con el mío…. es una pena que la gente no entienda…(pero esa es otra historia 😉 )
Para mi, un «detallito» es un regalo de quiero hacer, que me apetece realmente, pero que no quiero que, por hacerlo se sientan obligados a devolvermelo. Cuando salo fuera de vacaiones o a pasar unos días, compro «detalles» para mis compañeros de curro, son relativamente «baratos», pero el único objetivo es que sepan que en ese momento, me acordé de ellos. Me encanta hacerlo, y suelo intentar que sean un poco prácticos.
Un detalle de 7€, puede ser un detalle…. siempre y cuando esté en el contexto adecuado. ¿no?
Hoy comentábamos de regalar relojes, qué casualidad. Yo no llevo, no tengo, no hacen falta. No quiero vivir esclava de ellos y total en todos sitios hay relojes, siempre sé la hora.
los relojes se paran ellos solitos en mi muñeca, da igual que sean caros o baratos, cada dos años como mucho dejan de funcionar. ah, que no venga ningún fabricante a presumir de que su marca… los rolex también se paran, con el agravante de que hace un poquito más de duelo tirarlos a la basura como los swatch.
me confieso como nada, nada detallista.
besos,
Pues yo soy muy detallista. Siempre he preferido hacer un regalo genial, a que me lo hagan, sobretodo a mi família. Claro que también, con el paso de los años, me he ido cansando un poco con lo que no es la família, y sólo reciben y jamás dan, y encima, cuando dan, el «detallito» ni va envuelto, ni con el precio fuera…
Yo no sé si soy espléndida o no (más bien sí), pero lo que tengo claro es que nunca regalo algo que yo no usaría. Lo que me parece feo o poco para mi, también es feo o poco para los demás. Esa es la regla que uso para comprar regalos.
yo no soy detallista
pero vamos, que para regalar una mierda mejor no dar nada
eso sí, si sé que algo le puede gustar a una persona, o le puede interesar, entonces sí
Para tener una mierda de detalle, se le dan unas sinceras felicitaciones. Es que por siete euros, debe rezar para que no se pare antes de ajustarlo a la muñeca.
Comparto la opinión de Kotinussa, nunc regalo algo que no usaría para mi. Mi mayor detalle es dedicar tiempo a buscar algo que relamente le pueda gustar a quien lo reciba.
Aunque estoy de vacaciones un pequen^o tiempecillo para comentar. Aqui en japolandia es costumbre dejar el precio puesto en el regalo que recibes. Y tambien es costumbre que el que recibe corresponda con un regalo de mayor precio a la siguiente ocasion. Es decir, la vaca va engordando poco a poco y al final te sale por un «guevo» cada compromiso. Por eso lo unico que acepto es o una botella de bourbon o un Bombay saphire p.ej. De ahi no dejo pasar a nadie… Y si tengo que regalar a un nin~o, lo que busco es «ilusion», lo que yo querria para mi si fuera nin~o.
Lukre, un beso con Nivea….