El domingo como es mi costumbre, hable por Internet con mi madre. Aunque no lo crean, ella va a cumplir los 80 este año, y tiene más vida social que yo. La semana anterior no pude llamarla al horario convenido y tarde tres días en dar con ella. Cuando hable esta semana me hablo de una nota que salio en la revista del País dominical la semana pasada y que había comentado con unas amigas sobre mujeres arquitectas en España y el éxito que están teniendo ahora.

Yo leí la nota, sabia de cual hablaba. Le hice notar que todas y digo todas, eran mujeres de…. Casadas con arquitectos, por eso habían construido lo que habían construido en los estudios de sus maridos. Mi madre, como buena madre que es, siempre que ve algo relacionado con la arquitectura en España me lo comenta. Creo que en el fondo sufre por mi, y mi situación que no se muy bien porque se le ha puesto que no es muy estable que digamos. Quizás algo de razón tiene, pero eso es motivo de otro post.
Yo le hice ver, que con los años que llevo en la profesión y teniendo en cuenta que en este mundo actual una persona de más de 40 años ya es vieja o casi para trabajar o mejor dicho para buscar un trabajo nuevo, pocas cosas me quedan por hacer. Es más creo que en cualquier momento me reciclare en otra profesión. Le comente lo que también leí hace poco de las empresas grandes que a sus empleados con 50 o 55 los prejubilaban por viejos. Mi madre alucinaba.

En los días siguientes, como conté el otro día estuve tomando unos vinos con mi amiga V, y comentamos el artículo. Ella reflexionaba, sabiamente, que la lástima es que se tenga que hacer un artículo así con la novedad de que las mujeres ahora triunfen en su profesión, como si hace 20 años no hubiera mujeres arquitectos, aunque solapadamente no es verdad, porque más de una de las que esta ahí no hubiera triunfado sino hubiera estado su marido. La cruel realidad.

Pero hoy, para culminar con mi reflexión, me encontré a la mañana mientras paseaba al perro con mi amiga M y su perrita, y paseamos juntas. Aun no se porque pero salio el tema de los años y la profesión. Me contó, que el otro día fue a su casa una directiva de Endesa, porque estaban diseñando con su marido que se fotógrafo un catálogo. La directiva tenía 35 años, pero según mi amiga parecía de 20. Y entre charla de café, esta chica le comentó que se había enterado que la multinacional estaba pensando en reestructurar el departamento y echarla por su edad. Parece ser que su marido de 38 le pasa algo parecido. Yo me quede muda, pensando.

Si antes con 45 eras viejo para buscar un trabajo nuevo, y mejor que no te echaran porque formarías parte del sector del paro de larga duración como se llama ahora, siendo mujer era peor aun, porque las estadísticas se disparaban. Pero si ahora con menos de 40 ya te pasa, es para prestar atención en lo que esta pasando.

¿Es el culto a la juventud? ¿Es la superpoblación? ¿Es el pagar menos sueldos? Que mierda es, que va todo en contra de la lógica.
A mi me ha costado mucho pero que mucho, adquirir la experiencia que tengo en este momento para que me digan que estoy vieja, joder. Y una mierda.
Pero todo esto me hace sacar las siguientes conclusiones:

1-la igualdad de género aun es imposible. Las mujeres triunfan en determinados sectores solo bajo la sombra de un hombre.
2-La cultura de la juventud es enfermiza y nos está llevando a tener una población joven y desempleada. Sobre todo desmotivada para seguir luchando por la vida.
3-Cada día tengo más ganas de reciclarme y dedicarme a la contemplación del crecimiento del geranio por elegir una actividad. Eso si, junto a una playita en el mar.