He seguido desde el domingo reflexionando sobre lo de mi amigo. Y veo que no he sido la única, porque Titobeno lo hace en su post, dando otra posibilidad realista de lo que nos pasa a los solteros.

La expresión “soltero de oro” yo la escuche por primera vez viviendo en Madrid. Se referían a un grupo de solteros obviamente, mayorcitos, que nunca se habían casado. Yo era amiga de ellos en esa época. Recuerdo que salíamos un montón, viajábamos más, nos dedicábamos a catar vinos, a ir a buenos lugares a cenar, etc, etc.
Todos los casados los llamaban “solteros de oro” por la vida que llevaban de sibaritas pero sin compromisos familiares como ellos.
En el comentario siempre he denotado un deje de “envidia cochina”.

En la Argentina, no se usa esta expresión, sino “son un buen partido”.

Pero la expresión tiene un tinte “machista” en realidad. Porque los chicos eran solteros de oro y yo era la soltera. Por no decirme “solterona”. Aunque existe una gran diferencia entre solterona y soltera. Para el que no lo sepa, solterona antiguamente se le decía a la que no se casaba y se quedaba en casa de mama y papa, y no tenia vida de ningún tipo. En cambio la soltera, era la que no se casaba, pero como vivía su vida, era algo libertina y licenciosa.
Por suerte los tiempo cambian y ahora que esta de moda ser “single” o sea “soltero”, ya no se meten tanto con uno.

Lo que no ha cambiado, es la necesidad de ver a todo el mundo emparejado que tiene esta sociedad. Creo que ya, cuanto más años tenes, o más te quieren enganchar con alguien, o más te ven como un caso perdido, o mas te ven como un bicho raro.
A mi, particularmente, me han llegado a decir, así como si nada a la cara “Lukre, no se como seguís sola, si sos una tía guapa, que tenes profesión, te vales por ti misma, tenes buen gusto, sos encantadora. No lo entiendo.”
Cuando te dicen algo a, o por el estilo, yo ya contesto irónicamente, “pues seré rara”.

Yo os voy a contar porque estoy sola.

A mi no me gusta la soledad, pero me he acostumbrado a ella. Y no hablo solo de la soledad de pareja, la soledad en si. Como ejemplo diré, que cuando viene alguien de visita a mi casa, no me siento cómoda al tercer día, ya quiero que se vaya.
Que decir de un hombre. Tener que emplear todas las armas por llamarlo de alguna manera de seducción. Paso. De solo pensarlo me cansa.

Me acostumbrado a estar en casa, a mi bola, sin tener que pensar en ponerme guapa ni nada. Es más, llevo años sin maquillarme. Me arreglo porque me apetece un día, pero he llegado a ir a la opera en vaqueros porque no tenia ganas de arreglarme. Me da igual.
Independientemente, no a aparecido, diría estos últimos 8 años, nadie que dijera “joder, que interesante de tío para conocer”. Alguien que me llamara la atención y me hiciera cambiar de opinión o punto de vista.
Reconozco que me he apoltronado en la comodidad, e independencia. Que no me gusta que me digan que tengo que hacer ni nada de eso. Que llevo años haciendo lo que me apetece. Va, que se metan en mi vida.
Con una pareja tendría que ceder, y no creo que pudiera o tuviera ganas.
Como dice Titobeno “quizás aparece alguien y uno tiene ganas” pero lo veo difícil o casi imposible.

La diferencia y auque a él no le guste que se lo digan, Titobeno, seguirá siendo para la sociedad “un soltero de oro” y yo aunque no me lo digan a la cara, “una solterona” aunque ahora utilicen el título de “rara”.

Eso si, la similitud es que nadie nos cree, a él posiblemente porque existe el “pensamiento mágico popular” que un hombre no puede estar solo. Y a mi, porque no es posible que una mujer piense así, porque existe el “pensamiento mágico popular” que las mujeres solteras solo vivimos para “enganchar” a un tío.

La diferencia tambien existe, en que a él posiblemente se le siga invitando a los saraos aunque “este solo” y a mi no se me invita precisamente por ese motivo “por estar sola” pero eso es motivo de otro post.

En fin, es lo que hay.