Este post no tiene título, porque no encuentro palabras que puedan definir lo que está pasando.
¿Cómo podemos levantarnos todas las mañanas y leer la prensa o escuchar las noticias y no reaccionar?
¿Tan enfermos estamos todos que vemos como la gente se mata sin sentido, y nadie se rebela?
Hoy cuando saque a dar su vuelta a mis chicos, me encontré con mi amiga M. Solemos pasear con nuestros respectivos perros juntas. Le comentaba esto. Si era que como yo estoy depre todo me afecta o si a ella le pasaba lo mismo.
Le comentaba que yo sentía bastante sensación de impotencia, de desequilibrio, porque mi espíritu no puede aceptar todo esto pero yo no puedo hacer nada. Es bastante frustrante en realidad.
No puedo aceptar la violencia desproporcionada de país a país.
No puedo aceptar la inoperancia e inmovilismo de los grandes centros de poder mundial ante esto.
No puedo aceptar la falta de compromiso con el prójimo que estoy viendo.
No puedo aceptar, que los que sustentan el poder, que no tenga la perspectiva de las situaciones importantes, y solo se fomente el odio. Sobre todo de gente que cobra por defender los derechos de la gente que les voto.
Estoy hasta los mismísimos, de la actitud de crítica de todos los políticos de este país.
Me preocupa mucho que aparezca gente diciendo que todo lo que se está haciendo ahora no vale para el futuro, que lo cambiaran, solo por el hecho que no lo han hecho ellos o esa es la sensación que tengo.
No puedo aceptar, que luego de morir casi medio millón de personas por un tsunami, ahora les pille desprevenidos, aunque su gobierno estaba avisado, porque dicen “no tenemos medios”. Y que paso con los 11 mil millones de euros que dono la gente para lo que sucedió hace año y medio? Hasta cuando los gobiernos se harán los “pobrecitos” cuando reciben ayuda y posiblemente se reformen la casa antes de poner un sistema de alarma de sirenas en sus playas ante los tsunamis, que demás está decir que no es caro.
(Suspiro)
En realidad, es como si la realidad del mundo no encajara con mi realidad. Pero no me es ajeno para nada. Me afecta.
¿Hasta cuando tenemos que seguir aguantando lo que aguantamos antes que explotemos?
¿Explotaremos alguna vez?
Ella me explicaba que existe una teoría que los ciclos de la humanidad son como ondas de un espiral. Que ahora estamos en el embudo del espiral. Así que esto va a ir a más.
Conclusión: nos despedimos, la miré y le dije. Ves asi vivimos, nos planteamos el problema pero como no tenemos la solución, seguimos con nuestras vidas pasando porque pensamos que no nos afecta porque no nos toca de cerca.
Aunque estoy convencida que esto recién empieza, y esta vez si nos afectará a todos.
Recordar que vivimos con “el odio” en nuestra propia calle.
…podrías titularlo “Yo que tu no lo haría forastera”, digo por que lo siguiente es ponerte, con este calor, a preocuparte por cosas irresolubles que es una de esas cosas que conviene dejar para dias propicios y más despejados, que a veces ni con esas 🙂 Besotes y animos frescos 🙂
Odio es un buen título…
Lukre…estoy con Ceci…
Animos mujer…
Besos.
tal vez no resulte eficaz la realización de mayúsculas intervenciones sociales que busquen paz. siguen resultando luchas entre partes. la violencia engendra violencia aunque se encubra con máscaras pacifistas. tampoco, por su puesto, es eficaz la indiferencia que ignora a la vida y la impotencia que toma partido por la muerte. pero tal vez haya otro camino. imaginemos que la humanidad es como un árbol. cuando brota una nueva hoja o un nuevo fruto o una nueva flor, acaso todo el árbol lo perciba. si esto es cierto, el trabajo casi solitario y secreto que cada ser humano pueda realizar consigo mismo, trabajo minúsculo y frágil como un insipiente brote en una sequoya gigante, logre estremecer hasta las mismas raíces de la humanidad. tal vez…