Paulo Cohelo dice :
“Un guerrero no anda con quien le quiere hacer mal y tampoco es visto en compañía de aquellos que le desean “consolar”.
Evita a quien está a su lado solamente en caso de derrota. Estos falsos amigos quieren probar que la debilidad compensa.
Siempre traen malas noticias. Siempre tratan de destruir la confianza del guerrero – bajo el mando de la “solidaridad”.
Cuando lo ven herido se deshacen en lágrimas, pero en el fondo de sus corazones, están contentos porque el guerrero perdió su batalla. No entienden que esto es parte del combate.
Los verdaderos compañeros del guerrero están a su lado en todos los momentos, en las horas difíciles y en las horas fáciles.”

Esto lo leía el otro día y viene al caso porque ayer me preguntaba mi madre por “alguien”, y yo le contaba que no sabia nada. Que solo había recibido hacia mas o menos año y medio un llamado extraño, para contarme los éxitos de otra persona. Que me había quedado la sensación de que solo había llamado para joderme (cosa que no hizo porque a mi me dio igual, es más me pareció fantástico que le fuera tan bien) con los comentarios sobre fulana y lo que había conseguido y yo no . Va, para refregármelo por la cara.

Pero hoy, y como si nada “otra persona” conocida me ha llamado para contarme algo que había pasado en el sitio donde yo trabajaba antes. Algo insólito y desafortunado para ellos, como regocijandose del mal rato que habían pasado.
Cuando colgué y mi madre me preguntó que pasaba, me dice “y para que te cuenta eso?”.
Me la quede mirando y respondí, “ni idea”.

Me he quedado pensando en que motivaciones tiene la gente para hacer este tipo de comentarios por no llamarlos chismes a mi, que ya no tengo nada que ver ni con esa persona del principio del post, ni con mi antiguo trabajo.
En realidad hace mucho tiempo que deje “el me dijo o me dejo de decir, o hizo o no hizo” fuera de mi vida diaria. Lo único que generan llamándome y contándome chismes es que me aleje más de ellas.

Y para colmo hoy tengo una cena con gente que les encantan los cotilleos. Y no puedo decir que no. Menuda jodienda.