Las modas me matan

No soy de ir a la moda, pero si me gusta ver revistas de moda para ver que se usa, o desfiles.
Estas últimas semanas he notado en la calle jóvenes clónicas como siempre. Veinteañeras no más quizás de menos de 20, con pantalones mostrando ombligo, cazadoras infladas tipo muñeco Michelín, con capucha y piel sintética en el borde. Mejor blancas o negras. Eso si, cortitas. Pantalones campana todos rotos y sucios de no haberles hecho el bajo. Y pasando frío en la panza al aire. Pero eso para otro post.
Hasta aquí, el esteriotipo de colegiala actual.

He notado como decía antes, estas semanas con la ola de frío unas botas peludas como si fueran de piel pero eran sintéticas. Eso si, por fuera de la bota. Como esas que se usan de pre-esquie o se usaban. Las he notado en varias niñas, y sinceramente lo he hecho porque me parecen horrorosas.
Cuando veo una niña así vestida con la amiga, la prima y la prima de la prima en el mismo grupo y todas iguales, me terminan dando pena su mal gusto para vestirse.

Yo suelo comer fuera todos los mediodías. Voy casi siempre al mismo sitio. Un restaurante pequeño y regentado por una familia. Una madre súper trabajadora, una niña como las descriptas antes, y un padre muy saludador y demasiado cariñoso cuando saluda, pero lo dejaremos en que fomenta las relaciones públicas.
La niña cuando me ve siempre me saluda como muy sonriente, y si ve que no tengo la prensa disponible para leer, se preocupa de prestarme las revista que ella compra para que lea mientras como. Todo un detalle de su parte, aunque no valoro en este post la calidad de la lectura. Mejor ni la nombro.

A lo que iba.

Ayer la niña estaba ayudando a su madre a atender las mesas porque la otra chica que estaba lleva un par de días que no va. No se porque.
Cuando me trae la bebida me dice, “mira, hace días que te las quería mostrar, mira lo que me compre”
Un par de botas peludas de esas pero rosas.
Juro que no sabia que decirle. Me salio solo “muy rosas no?”
La niña se empezó a reír, las miro y dijo, “pues si, son muy rosas” y se fue.
Por Dios, que espanto de botas, eso si, ella feliz con su nueva compra.

Pd: Juro por Barbie, que no las pondré en mi lista de próximo cumpleaños.

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