Como comenté una vez, me encantan los spot publicitarios. Es más, recuerdo algún programa de los festivales de publicidad, que me gusta mucho ver. Esto me viene de hace años. Cuando aun vivía en la Argentina, considerando que en un mes cumplo 18 años aquí, mucho tiempo diría yo. Ya estaba de moda dar programas semanales de 1 hora con anuncios de publicidad de todo el mundo. Bueno allá. Recuerdo que el que lo conducía era Victor Sueiro, y ya murió hace unos años. Cuando apareció en antena, fue un bombazo, todo el mundo hablaba de ellos. En fin, no se porque no se hacen más. Pero eso para otro post.
A lo que iba.
Hay ahora una publicidad que me gusta mucho, por su simpleza y por el mensaje. Para no variar es de un coche, que no recuerdo la marca, pero si el aviso.
EL personaje se queda en la carretera, y un viejito en una camioneta Ford, hecha polvo, lo levanta. El se duerme y cuando se despierta esta en un lugar que no conoce, el viejito sonriente le dice “estas en el pueblo de lo las cosas que nunca tuviste”.
Mira a una chica y le contesta, la novia que nuca tuviste, mira una calle y le dice el viaje que nunca hiciste, y de repente aparece un coche negro (que tengo que decir yo personalmente nunca me compraría) y ya no hace falta decir más nada, pues tu piensas por el personaje… “el coche que nunca tuvo”.
Cada vez que la veo, pienso en eso, en las cosas que nunca tuve.
Nunca habéis pensado “que hubiera pasado si…????”
Richard Bath, el autor de Juan Salvador Gaviota, tiene un libro que se llama Uno y que vi el otro día que han reeditado en bolsillo, que trata de esto. No recuerdo como, lo leí hace muchos años, los personajes que son una pareja, recorren su pasado pero por los caminos que no hicieron, y veían como hubiera cambiado su vida para bien y para mal, todo hay que decirlo, si hubieran cambiado de camino.
Las cosas que no tuve, ya sea por que las rechace o porque no se dieron, dan pie a que a veces piense “que derroteros hubiera tomado mi vida si al final esa cosa la hubiera tenido”.
No hablo solo de cosas materiales, sino también de actitudes con la gente. Por ej, ¿que hubiera pasado si hubiera cumplido mi palabra dada a mi misma que eso no lo iba a hacer más?
Cosa que no hice, y que llevo toda la semana pensando, “Lu eres una gil, para que caíste de nuevo.” No porque fuera muy malo, sino porque sabia fehacientemente que no la tenia que hacer más, pues iba a perder algo (Cosa que ocurrio por no hacerme caso), pero uno es débil. Quizás por candidez que las cosas pudieran ser distintas??. Pero tengo que espabilar, y cumplir con mi palabra a mi misma.
“Lo que nunca tuve, no se consigue por esa vía. Da carpetazo.”
Pd: Ya lo se má, pero ya sabes que aprendo dándome siempre con la misma piedra….Uno que es así de bruto.
En España había un programa llamado Metrópolis, que como todos los dedicados a la cultura (pero de verdad) era a unas horas imposibles de ver para gente normal. De vez en cuando hacían un monográfico sobre anuncios que era una maravilla.
En cuanto a lo otro, creo que no debes ser tan dura contigo misma. Es muy fácil decir «por esto no paso más», pero luego no es tan fácil cumplirlo, sobre todo en frío, cuando ya se te ha pasado el sofocón, porque entonces sopesamos otras cosas.
supongo que las cosas que perdimos al cabo de los años son las ramas que pierde todo árbol al ir creciendo. y las cosas que no tuvimos deben de ser las ramas de otro árbol cercano, otra historia…
en cuanto a tropezar y volver a tropezar… cualquiera te podría contar, Lú, ¡y te asustarías! es que el camino ese tiene cada pedrusco… 🙂
chicas tranquis, que este fue un tropieso light y que aunque sabia lo que pasaria, lo hice igual.
pero no causo ni problema ni dolor, fue comprobar a veces que no estoy equivocada, aunque lo que mas jode, es eso precisasmente,, que me encantaria equivocarme.. pero ya lo decia el refran… «ya lo sabe el sabio más por zorro que por viejo»
(o algo por el estilo… jjjjj)