Pues si, mi stan bye ha terminado.
Me han concedido trabajar medio día. Aun esta por verse si 5 o 6 horas al día, pero ya lo hablaremos.
Cuando vuelva del puente, el día 6 es el primer día de mi nueva vida. Cuantas cosas van a cambiar, vaya sino. Para lo bueno y para lo malo.
El tango lo decía «el que no llora no mama«. Sino se pide, nunca te darán nada. La verdad es que uno se arriesga a que le digan que no, y en ese caso tendría que haber tomado medidas radicales, y pasar por la puerta para mi casa, cosa que ya tenia en mente.
Pero bueno, todo es negociar. Esto es una economía de mercado. Hay que saber cuanto vale tu trabajo y si lo que exiges es viable. Un trabajo al final es un contrato entre dos partes. Si es beneficiario para ambas partes, siempre se llega a un buen acuerdo. Lo importante es tener las ideas claras y no pedir imposibles.
No se si saltar, gritar, llorar.. así que mejor me voy a París a pasear mi alegría por Champs Elise, en primavera.
Pd: Che pedrin, has visto que hace calor, nos tomamos un helado?
Enhorabuena, los conseguiste, ahora a disfrutar 🙂
¡Ole, ole, ole! Ahora, a disfrutar.