Iba caminando al dentista, en una tarde soleada y fresca. De repente en una esquina viene una señora, la conozco, la detengo diciéndole “hola, que tal estas?”.
Ella me responde, “ahora no caigo quien eres“.
Me saco las gafas de sol y me reconoce. Me sonríe.
Nos damos dos besos, y preguntamos que tal estamos mutuamente.
Yo por sus “niñas“, que aunque se que no son niñas ya, pues tienen más de 20, me gusta llamar así a la gente de esa edad.
Me contesta que “sus niñas y niños, bien“. Yo respondo “bueno, yo conozco a tu niña no al varón“. Me dice que bien, que se caso, y que ya la ha hecho abuela.
Seguimos charlando un pelín más, me despido porque llego tarde. Me pregunta porque voy, le cuento rápido y nos despedimos nuevamente con una sonrisa, un cuidate, y un chau. Esta vez no hubo dos beso porque yo llegaba tarde.
Hasta aquí, nada raro.Un encuentro entre dos conocidos.
Pero, seguí caminando y de repente me di cuenta que a esa señora no la conocía.
Me vino a la cabeza la imagen de la persona que pensé que era, y como detalle diré que en mi memoria yo la veía de abajo para arriba y esta señora era un pelín más bajita que yo.
Increíble. Ahora esta pobre mujer, estará pensando “quien mierda era esta tía???”.
Nunca lo sabrá, porque yo tampoco se quien es ella.
Pero fue curioso, quizás nos conocíamos de otra vida. Todo fue tan natural y corriente. Llama la atención que ambas sentiamos que eramos familiares, sino me hubiera dicho que no me conocia.
Pd: che pedrín, la cena una sopa porque aun tengo media boca dormida por la anestesia. Odio ir al dentista, joder….
Lo peor de todo es lo que sucedió despues…, el dentista tampoco te conoce pero ese te cobro una pasta por un puto empaste y se quedo tan ancho y feliz. En fin que yo tengo miedo de ir a mi dentista sólo por lo que me cobra. ¡Joder!
Un amigo mio suele conducir por las carreteras comarcales de los alrededores de su pueblo y saluda a todos los que se cruza con la mano. Todos sin excepción le responden al saludo.
Un día le dije, “joe, conoces a todo el mundo” y el me dijo: “no no conozco a nadie pero es agradable que te respondan al saludo”.
Yo me quede pensando en la cantidad de comeduras de olla que habría en esos coches con los que se cruzaba pensando “y este tío, quien será?”.
Esa escena sí que es surrealista, mucho más que la del triki triki del siguiente post. Me he jartao a reir. Ahora, después de tan buen feeling, tienes que esforzarte en volver a encontrarla. O, si no, repite la experiencia a sabiendas; a ver qué pasa y nos cuentas. Un beso
Jajaja, qué bueno, yo creo que la mujer te siguió el rollo porque le supo mal decirte que no sabía quien eras.
Suena un poco mal y brusco eso de “¿y tú quién eres?” XD
Me ha encantado la historia.
Por otra parte, ir al dentista es un fastidio, pero piensa lo estupendo que es poder lucir una sonrisa preciosa.
Besos.