En mi familia, no son muchas las chicas que hay. Yo soy la única mujer de mi generación. Para que se entienda somos 13 nietos y solo hay una chica… Yo. Así que no voy a negar que he crecido jugando a los indios, a los avioncitos, al “Mis ladrillos” (versión argentina del Lego que apareció allá, cuando a la versión alemana no lo conocía aun ni Dios, de ahí me viene el gustito por armar edificios), etc, etc.
Los deportes familiares eran todos masculinos. Rugby, squash y poco más.
Yo siempre he querido marcar diferencias, por ej, soy la única que juega al tenis, aunque compartí de joven (lease veinteañera) el squash con dos hermanos, hasta que comprendí que prefería el tenis, el otro es demasiado masculino para mi, aunque en un torneo de principiantes quede segunda en el campeonato argentino, que tiempos. Soy la única que gusta del arte y tiene humildes habilidades creativas. Aunque tengo un hermano que antes de entrar a la facultad, escribía unos cuentos de ciencia ficción impresionantes, pero lo dejo. Nunca le pregunte porque.
Toda esta perorata viene porque mi abuela, tías y madre se afanaban por que yo cumpliera todas las expectativas femeninas de la familia. No voy a decir que era malo, pero a veces agobiante. Que los vestiditos, que los zapatos, que las niñas usan esto, que usan lo otro. etc.
Mi abuela por ej, tenia un dicho “una mujer para verse guapa a veces tiene que sufrir” o algo por el estilo. En realidad es un dicho sabio, que luego implementó mi madre.
Si lo piensas es verdad. Las mujeres soportamos “interminables” horas en la peluquería para estar bien el pelo. “Interminables” horas en el gimnasio para vernos bien. “Interminables” horas de compras para buscar lo que mejor nos queda. Lo que involucre el término “interminable” seguro que es para una mujer.
En mi casa mi madre es la de los zapatos y yo la de los bolsos. Creo que estoy ya lo conté hace una temporada. Pero últimamente a mi también me están gustando mucho los zapatos.
Este finde tengo una boda en el campo pero es de noche. Digo este detalle, porque el protocolo dice que si es de tarde noche no se lleva sombrero. Así que hace un par de semanas salí de compras.
He adquirido un vestido de cóctel, pues al ser en el campo, no es de etiqueta, de seda blanco con flores negras como pincelas en la tela, muy mono y que posiblemente luego pueda usar en otros lugares menos formales. Me salio una pasta pero me encanto así que, como se casa una amiga muy querida, invertí.
Pero en los zapatos no, espere a las rebajas. Todos los que me gustaban, sobre todo unos L´touche, superaban mi presupuesto para unos zapatos. Pero no me olvide de ellos.
El segundo día de las rebajas, haciendo caso a la publicidad que dice “estas mas rebaja que otras”, me fui a por ellos. Teniendo en cuenta que no han vendido casi nada en primavera, reconozco que son buenas rebajas. Los compre por un 40% menos de su valor tres días antes.
Así se podían adquirir.
Unos “monicimos” de charol estilo Chanel negros con una traba de charol blanco y un botón negro. Juro que me encantan. Pero tienen un problema. Tienen un tacón de 9 cm. Los llevo usando todos los días un rato por la tarde para ablandarlos y a unos días, creo que lo estoy logrando. Hoy ya no me duelen tanto. Es más, hasta son cómodos.
Cuando los uso en casa, mis chicos me ven con cara extraña, como diciendo “se va a matar” o “en que anda esta…”. Pero bueno, yo sigo los preceptos aprendidos de mi abuela, y luego de mi madre…. “para estar guapa a veces hay que sufrir...” Espero no hacerlo mucho.
Para completar el conjunto también me compre un bolsito solo para las llaves, algo de dinero y el rouge… pero eso para otro post. Es que cuando me sale la vena femenina…. eso si, fui de compras luego de estar una mañana hormigonando un muro de contención en una obra, con mi súper zapatos de trabajo (lease nauticos)… así que cada vez que entraba en una tienda me miraban la pinta .. y recordaba a Pretty Woman queriendo comprar en Rodeo Drive, eso si, luego sacaba la gold.. y listo.
pd: Che pedrin, ya sabes esto de conciliar vida laboral y personal trae estos problemas no?? te parece un post muy pijo? puede pero me encanta 🙂
Yo soy mucho más de zapatos que de bolsos. Me gustan todos. Para mi desgracia tengo un defecto de nacimiento en los pies que me descubrieron cuando era demasiado mayor para que se me corrigiera, así que tengo que usar unas plantillas gigantescas y super elevadas en el lado interior, que se ven con casi cualquier zapato que te pongas. Llevo 18 años condenada a usar zapato cerrado y casi plano. Eso sí, no reparo en marcas ni en precios. Para mis pies, que son muy, muy delicados, lo mejor que encuentre.
Te envidio por tus taconazos.
Reconozco que soy poco femenina porque lo del sufrimiento como que no me va mucho, soy más de la comodidad, aunque bueno de vez en cuando hago una excepción. Los taconazos me encantan pero para un ratito!!
Yo también soy la menor de 4 hermanos todos chicos, crecí jugando a cosas de niñoss y heredando ropas y cosas de mis hermanos mayores, aunque mi madre se empeñaba en que fuera su muñequita, nunca lo consiguió. Y mi madre es también de las que no salen de casa sin maquillar, siempre con tacones, etc etc.