Este post no será largo porque muchas veces la realidad supera a la ficción. La gilipollez de la gente es mundial. Ser un gilipollas integral no diferencia ni al color de la piel, el idioma, la nacionalidad, ni nada de eso. Se es gilipollas seas quien seas.
Lamentablemente este mundo cada día me da más miedo de ver la cantidad que hay por ahí y parece que proliferan día a día.
Porque miren que hay que ser Gilipollas o tonto lava o tonto del culo o boludo integral para prohibir un trasplante de órganos entre personas de distintas religiones. Como si la solidaridad o la ayuda humanitaria dependen de que religión tengas que ser.

Para el que aun no se entero de que va este post de hoy, es que en Egipto han prohibido las donaciones de órganos entre cristianos y musulmanes. (Más aquí)

Y la explicación es para evitar el comercio con esto. Ahora resulta que tu te mueres, tu familia en medio del dolor infinito de tu muerte deciden donar lo que se pueda de ti, como un gesto a tu memoria. Va un médico y te pregunta no solo si lo quieres donar sino de que religión eres, porque según que seas podes o no.
Menuda tontería. Es que no puedo con ello. Son capaces de perder el corazón de un donante sino tienen a un receptor de la religión correcta.
Como si el corazón o lo que sea diferenciara de las creencias religiosas de la persona. Como si el ser humano fuera distinto genéticamente de otro, por su religión.

Como decía antes, este mundo cada día me da más miedo. Estas cosas solo pasaban antes en las revistas de ciencia ficción que nos llevaban a una guerra total de odio entre distintas religiones o cuando se separaba a la gente en getos como el de Varsovia en la segunda guerra mundial por ser judío. Me aterra que se marquen estas diferencias. El trasfondo inquieta y como.

pd: che pedrín, he visto la expo de Tesoros de Alejandría te la recomiendo.