Últimamente yo estoy bastante sensible con todo lo que pasa a mi al rededor. Intento que no me afecte mucho, cosa que por suerte sucede, pero como se diría vulgarmente “no se me escapa una”. Sobre todo en cuanto al comportamientos tanto mío como de los demás cercanos, sus tonos de voz, o lo que dicen.
Es increíble la velocidad con que el cerebro percibe esas cosas, las elabora y te larga un pensamiento sobre eso que te descoloca.
Pongo un ejemplo…
Ayer, la cena anual con la gente con que compartimos todo el verano en el parque con los perros. Somos todos vecinos, y salimos de paseo con nuestros canes a la misma hora, así que solemos juntarnos 20 o 30 personas todos los días. Se forma un grupo, cuya principal afición es los cuadrúpedos. Si uno se va de vacaciones, siempre hay alguien que se ofrece a cuidar a tus chuchos, o si te enfermas o si tienes un problema familiar o lo que sea. Es increíble la colaboración en este grupo, por supuesto nos une a todos los mismos problemas, nuestras mascotas y como esta sociedad, no así la francesa, cada día los rechaza más. Y después se quejan que la gente los abandona. Si cada día se puede ir a menos lugares con ellos. Pero eso para otro post, no era el motivo de este.
A lo que iba.
En la cena, charlando de no se que, de repente sale un comentario sobre lo que esta pasando en Bolivia, y yo comento no se que tampoco, no viene al caso, pero me extraño a mi misma de mi tono de voz, bastante despectivo sin motivo, solo por ser Bolivianos. Y sinceramente me traen si n cuidado.
Rectifico, pero me he quedado pensando. La cantidad de neuras o imposiciones que tenemos, lo que es correcto o lo que es incorrecto políticamente, que en mi caso me hagan cuestionar mi comportamiento.
Por ej, a los africanos no se les puede llamar más negros, solo afroamericanos o subsaharianos, a los indios igual. Recuerdo cuando de pequeña y no tanto decía “ya y un negro que te abanique“, haciendo referencia las películas del Antiguo Egipto donde siempre había un “negro” que abanicaba al faraón. O cuando decía “trabajas como un negro“. Pues ya no es políticamente correcto. Nadie se ofendia si lo escuchaba.
Por ej, La selección de baloncesto española se hizo una foto para una revista en las Olimpiadas, achinandose los ojos con las manos. Gesto que yo lo hacia de pequeña muchísimo, jugando. Van los ingleses y dicen que son racistas. Menuda estupidez.
Esta es la portada del Mafalda 1 que el periódico Público regala desde mañana. Esta viñeta es muy antigua, ya el personaje hacia el mismo gesto. A que a nadie se le podria ocurrir decir que ese personaje era racista no? Y su escritor menos. Más que nada porque el gesto frente al globo terraqueo, nos estaba diciendo que en el futuro todo seria chino. Lo que digo, menuda estupidez.
No se si se entiende a donde quiero llegar, pero no se porque últimamente tengo la sensación que cada día estamos más acorsetados y faltos de libertad de expresión. Cualquier cosa que digamos será vista y analizada con lupa y se nos juzgará fácilmente, tildándonos de lo que sea. Y si no lo hacen los demás, lo hacemos nosotros con nosotros mismos, que como en mi caso con el tono en que dije “bolivianos” me sentó mal a mi. Como si hubiera dicho “bolitas”, eso si que seria racista. Menuda neura, por Dios.
pd: Che Pedrín, estamos de vacas, al fín, que bien no?
me parece que la falta creciente de libertad de expresión —que ahora se disfraza de forma diplomática de “políticamente” o “socialmente” correcto” o no— es MÁS QUE MUY EVIDENTÍSIMA. y llevamos ya unos cuantos años, eh!
Aquí la campeona de lo políticamente incorrecto, dando su opinión sobre el tema:
Una de las cosas buenas que me ha traído el haber ido cumpliendo años, es que cada vez me importa menos si la gente se escandaliza de lo que yo digo. Me trae al fresco directamente, vamos.
No me siento con obligación de agradar a nadie, ni de formar parte de la manada dominante, sin que eso signifique que me enorgullezca de pertenecer a un grupo minoritario o socialmente incorrecto, por supuesto. Simplemente, me trae al pairo.
Besos y disfruta tus vacaciones.