Que hay un temporal sobre España esta semana es de todos conocidos, sino ya lo sabes. Es el número 7 de este invierno. Menudo ha sido. Aquí en Madrid, precisamente es la 4ta. vez que nieva.
Desde ayer entre la lluvia, el granizo, los copos que no llegan al suelo y sobre todo el viento, dan ganas de quedarse en casa. Yo precisamente, ayer por la mañana tuve que ir a solucionar un tema en una obra, toda abierta aun, en plena sierra, y pase un frió que aun a la noche me sentía mal. Sino caí enferma es porque use mi plan de choque para estos casos, un buen baño caliente, una buena sopa de mamá que aun tenia congelada, bien caliente y a la cama, bien tapada hasta las orejas.
He dormido como un bebé, pero recién hoy puedo decir que me siento mejor que ayer, aunque me dolia todo el cuerpo como si hubiera corrido la maratón. Lo pase mal ayer, sip.
Por eso me horroriza ver a la gente como va vestida con este tiempo.
Ayer sin ir más lejos, entre las 8 y 8,30 de la mañana, con la que estaba cayendo, yo volviendo a casa con la «francesita» y nuestros niños del primer paseo del día, un tío en pijamas de pantalón corto y camiseta de manga corta, hablando por el móvil en el jardín frente a casa.
Con la francesita, no sabíamos que pensar. Ella hace un tiempo me contó la teoría que ahora estaba empezando la moda de salir a la calle con pijamas, por lo tanto presumió que era eso. Pero con el frío que hacia, yo no estaba tan de acuerdo. AL ver el móvil, pensé en mi post de la semana pasada sobre los moviles. Teniendo en cuenta que hay un hotel justo en la vereda de enfrente, deduje que quería privacidad para su llamada y salio del hotel como estaba. Eso si, privacidad tendría, pero una pulmonía también. Juro que de solo verlo te daba frió a vos.
Y hoy. Yo por la carretera de la Coruña. Al frente Madrid con sol, atrás un cielo negro y empezando a nevar. Como iba hacia el sol, con el coche, la nevada quedaba atrás, como si me fuera adelantando del apetito por engullirme del frío y la tormenta.
Cuando llego a la ciudad, más que nada, porque superaba mi bólido lo límites de velocidad aunque me han contado justo hoy donde han puesto un nuevo radar a tener en cuenta para que no me multen, veo tres turistas, anglosajones por el color de piel y aspecto, no sabría si británicos o americanos, de bermudas. Si, bermudas. Seguro porque pensarán, el tópico ese de España, «sol y toros». Pero no se enterarán que también hay invierno en esta zona??
Luego otro grupo más numeroso en este caso, con el mismo caso, no de bermudas pero si con camisetas de tirantes y tapándose del frío con algo parecido a un trapo.
Evidentemente no ven antes de viajar el canal del tiempo. Sino no me lo puedo imaginar. Ya lo dijo la marmota,, 7 semanas más, y aun faltan 2.
Los almendros están florecidos, pero recién empiezan, por lo tanto, dos semanas mas de frío hasta que el sol empiece a calentar algo. Porque ahora no lo hace.
pd: Che pedrín, sabes al final la verdulera me regaló la bendita alfombra porque la ayudo a veces con su web. Ves, al final, ser buena ha servido de algo o no?
y lo peor sería la cara de sorpresa que se te quedaría, por lo inesperado del detalle.
Un beso, y otro de Pedrín.
Toma y yo pensaba que sólo se daba por aquí. Es que los turistas llegan con prejuicios, tienen que usar bañador, bermudas, camisetas y sandalias. Pero en Madrid… es que nos estamos volviendo cada vez más idiotas o nos estará creciendo el pelo amonado y la grasa, vete a saber, con los enormes cambios todo es posible.
Puede que estemos empezando a observar una mutación humanoide, otra de las tantas que habrá habido.
Besos Lu
ye, y tu abuela ya decía «joder»? pues qué modernota, no?