Cualquiera que me conozca en persona, y me escuche decir esta frase, seguro se pondrá a reírse en mi cara. Soy una mujer de «mediana edad», para que quede claro he vivido posiblemente más años de los que me quedan, por el número que tengo. Soy bastante aburguesada en el buen uso de la palabra. Me gusta vivir bien, consumir moderadamente, viajar, y lo que mi trabajo y profesión me permitan. Por lo tanto no doy el pego de pinta ni de ultra, ni de extrema derechas, ni de extrema izquierda. Pero si me siento «antisistema».
No porque tire bombas o me pelee con la policía, o este en contra de todo por principio, sino porque estoy en contra del sistema establecido que nos ha llevado a todos a la bendita «crisis» que nos está terminando de hundir. De esto habla el artículo ¿es tan malo ser antisistema? del periodico Público. Luego de leerlo, me he declarado antisistema como muchos premios Nobel, o libre pensadores o lo que sea.
Como dice el artículo en cuestión, la palabra antisistemas: «Lo usan por lo general en una acepción negativa, peyorativa, y casi siempre con intención despectiva o insultante. Y aplican o endosan el término, también por lo general, para calificar a personas, preferentemente jóvenes, que critican de forma radical el modo de producir, consumir y vivir que impera en nuestras sociedades, sean estos okupas, altermundialistas, independentistas, desobedientes, objetores al Proceso de Bolonia o gentes que alzan su voz y se manifiestan contra las reuniones de los que mandan en el mundo.»….
…»El reiterado uso del término antisistema empieza a ser ahora paradójico. Pues son muchas las personas, economistas, sociólogos, ecólogos y ecologistas, defensores de los derechos humanos y humanistas en general que, viendo los efectos devastadores de la crisis actual, están declarando, uno tras otro, que este sistema es malo, e incluso rematadamente malo. Académicos de prestigio, premios Nobel, algunos presidentes en sus países y no pocos altos cargos de instituciones económicas internacionales hasta hace poco tiempo han declarado recientemente que el sistema está en crisis, que no sirve, que está provocando un desastre ético o que se ha hecho insoportable. Evidentemente, también estas personas son antisistema, si por sistema se entiende, como digo, el modo actualmente predominante de producir, consumir y vivir. Algunas de estas personas han evitado mentar la bicha, incluso al hablar de sistema, pero otras lo han dicho muy claro y con todas las letras para que nadie se equivoque: se están refiriendo a que el sistema capitalista que conocemos y en el que vivimos unos y otros, los más moran o sobreviven, es malo, muy malo.»
Así está el mundo, en una paradoja total. No se ustedes, dear lectores, pero por ej, yo cuando leo que en Francia existe un auge de los partidos de izquierda radical, como respuesta de la gente a la inmoralidad económica del sistema, no me extraña. Partidos «Neotroskistas» joder. Si me han querido enseñar que las ideologías están muertas, ahora resulta que Neo-Troskistas.. en auge. Eso si, leo también que super Sarko, le vienen bien esto porque anula a la competencia socialista. En fin..
La cosa es protestar como medio de liberar la opresión emocional que todo esto nos produce. Especialmente la impotencia de no poder hacer nada, de ver como los sueños de futuro se han ido al garete o casi.
Que extraña entonces que una mujer de «mediana edad» como yo, me convierta en antisistemas. Eso si, no creo que me veas en una manifestación con la cara tapada tirando bombas molotov. Que una, no deja de también ser una paradoja y antes me voy a la opera a escuchar a Wagner como método de protesta antisistema.
Eso cuela? Creo que no, me cachi…
pd: Che Pedrín. Menudo frió aun ein.. que tal se te dio a ti la nieve en SS??
Lukre las ideologías derivan de las ideas, así que morir nunca morirán, otra cosa es la necesidad que tengan los seres humanos de ellas, según necesitemos cambiar los sistemas bajo los que vivimos. Y los estados de bienestar tienen eso, que diluyen las posturas extremistas donde las ideologías son efervescentes. Que el capitalismo tiene fallos, pues es evidente, cualquier sistema creado por el ser humano, ya sea ecónimico o de otra índole lo va a tener. Quizás el primer fallo es pensar que el consumo propio es moderado cuando sin embargo apreciamos que el consumo es uno de los defectos de este sistema, como tú señalas de ti misma. Eres una persona de clase media y hoy por hoy las clases medias constituyen la masa más numerosa de la población en los países occidentales y por consiguiente el sustento del consumo en este sistema capitalista. Y más de lo mismo para esos escritores, artistas e ideólogos que se declaran antisistema, a veces pienso que este tipo de declaraciones tienen la pretensión de que los demás hagan por solucionar la crisis, mientras «ese consumo moderado» de los antisistema queda garantizado.
El problema real de la izquierda, que ha sido la más perjudicada en toda esta campaña antiprestigio de las ideologías, llegando incluso a matarlas (las ideologías han muerto, pues bien todo sea resucitarlas que de eso el hombre sabe mucho). Pues su principal problema es que surge sin sistema económico que sustente sus ideas y las expresiones prácticas han tenido éxito en pequeñas comunidades y nunca en grandes estados. Lo de la URSS ya fue el colmo para dejarnos en la más absoluta miseria y con mucha razón. Pero eso no quiere decir que haya estados que hayan conseguido equilibrar la democracia, con la distribución de la riqueza y el consumo que nos lleva a un estado de bienestar, tenemos por ejemplo a los países nórdicos de los cuales por lo que se ve poco quermos aprender. En fin, posiblemente estemos en el punto clave de una nueva revolución, la cuestión es que apenas somos coherentes con las palabras, que la política no es el tema predilecto de nuestros jóvenes y lo que no me creo es que ninguna revolución vaya a surgir de las clases medias, de mediana edad y de consumo moderado.
Dear amy
Desde mi punto de vista burgués, de mediana edad y clase media, he de decirte que si han muerto las ideologías teniendo en cuenta que han evolucionado de tal manera que ya los límites entre una y otras se han difuminado. Por eso ahora se los llama “Neo” porque ya ni son lo que eran.
Antes la izquierda era izquierda y la derecha otro tanto. Ahora si te pones a ver las cosas que pasan en los países, van según el viento les llegue de frente o escorado.
Estoy contigo que ninguna revolución va a surgir de las clases medias, de mediana edad y de consumo moderado. Quizás surja de la revolución silenciosa que se está desarrollando en la gente que ya está harta de todo. Ojalá, porque mi generación es la que ha armado todo este lio, o casi…
Por eso lo del post… porque si lees el artículo de Público, se definen las cosas siempre por los extremos y no es asi…
Lucre lo que te quería decir es que el consumo no es ni malo ni bueno, ni tiene culpa de nada de lo que está pasando. Y mucho menos objetivo es decir que el consumo propio es moderado, señalando lo prudente de tu conducta frente al supuesto consumo desenfrenado que ves en los demás. Este sistema económico tiene sus reglas y si se incumplen surgen los problemas, consumir es algo preciso para dar salida a los productos que se ofrecen en el mercado, pero hay una diferencia fundamental entre consumir con dinero propio y consumir con dinero ajeno. Quiero decir que el que consume desorbitadamente con dinero propio no hace nada que desestabilice el mercado y quien consume moderamente con dinero ajeno ya está incumpliendo las leyes que rigen nuestro mercado. Y eso es lo que nos ha llevado a la crisis, que el mundo se ha endeudado por vivir por encima de sus posibilidades, no porque el consumo sea moderado o no.
En cuanto a la revolución, no creo que el silencio sea capaz de cambiar las cosas, precisamente en este país la gente de tu edad sabe de lo que hablo, sabe que las revoluciones son inherentes a la acción, al movimiento activo. El sistema precisamente lo que hace es crear mecanismos para neutralizar cualquier intento de cambiarlo, ahí tenemos todo este chorro de manifestaciones, a las que nos apuntamos todos y con las que los poderosos nos tienen entretenidos sabiendo que mediante esa vía nos tienen controlados mientras las cosas no cambian. Para que una revolución surja tiene que haber una voluntad tan fuerte que haga movilizarse al conjunto de una sociedad entera donde los intereses individuales se relativizan para la obtención de un interés mayor y común. Creo que hoy en día no es posible porque lo que estamos perdiendo con la crisis es el poder adquisitivo y eso no es un bien supremo por el que luchar, por mucho que las clases medias quieran mantener ese consumo moderado como comprenderás no es algo que pueda interesar al conjunto de una sociedad.