El título de este post puede ser muy radical, pues la vida y la muerte no dependen 100% de nosotros. Aunque depende donde hayas nacido geográficamente, o los medios económicos tuyos o de tu familia, pueden condicionar si vives o mueres. Todos somos consientes que los tratamientos médicos cuestan mucho dinero, y que en EEUU por ej, si tienes dinero tienes seguro médico y si no te jodes y que sea lo que Dios quiera, o casi.
Esto con los humanos, pero que pasa con los animales de la casa, si con las mascotas? Pues no difiere mucho.
Esta reflexión viene dada pues los dos cachorritos que nacieron el martes, murieron ayer. Uno sabíamos que no iba a superarlo pues nació con una malformación congénita, pero el otro nació ya con el destino marcado por las peores cosas que pueda tener un ser vivo al nacer, para depender su vida.
-No ser querido por su madre y por lo tanto rechazado de cariño y afecto.
-Nacer en una época de crisis económica, donde las complicaciones ocasionadas por el parto hicieron imposible que hubiera más dinero para poder llevarlo a una clínica y ver si salía adelante. Lentamente y día a día, comiendo mal, se fue debilitando, hasta darse la paradoja que murió antes que el que nació enfermo. Como si el segundo, luchara más por vivir sabiendo que estaba mal, y que cada segundo de vida contaba.
No sé si el que nació sano se hubiera curado, pero lo de la clínica me entere ya tarde, cuando ya había muerto. La dueña de la perra que pario, no me dijo nada que el veterinario le había dicho que había que internarlo. Yo no hubiera podido hacer mucho, porque no tengo una economía ni boyante ni sobrante, pero algo hubiera intentado. Así no me quedaba con este sentimiento horrible que tengo de no haber hecho nada por el pequeño.
Sé que son perros, pero no por eso menos importante su vida que la de todos los demás. Comprendo que todo tiene un límite y la otra parte del fregado, ya había agotado el suyo. La perra parió por cesárea que se llevo 500 euros. Sino también hubiera muerto la perrita. Ya no había más margen de maniobra. Si los tratamientos médicos de humanos son caros, no se pueden imaginar lo de los perros. No sé porque no inventan un seguro veterinario para mascotas. A ver si algún espabilado se le ocurre.
Al final recordé un dicho de una amiga que siempre dice “hasta para nacer perro hay que tener suerte”.
Pd: Che Pedrín, infinita tristeza, vaya si no. Necesito muchos abrazos…
Sí, lo de la suerte es para todo. Lo comentábamos ayer en otro blog, no sé qué es lo que nos hace aferrarnos tanto a la vida, cuando la mayor parte de lo que vemos es mentira, adulación, soledad… Menos mal que hay sentimientos y personas que te entienden y te ayudan. Ánimo y adelante
Lo siento, Lu. Te había leído el post anterior, y, jo, esperaba que al menos uno sobreviviera.
Qué pena…
La vida es absolutamente injusta.
Un abrazo.
Hola! la verdad navegando encontré tu blog y me pareció muy interesante todo lo que escribís. de ahora en más voy a verlo seguido. Yo tengo un blog donde he escrito algunos divagues acerca de lo que pienso de la vida y la muerte, pero no he tenido comentarios, supongo que porque soy nueva, te dejo mi link por si algún día querés darle un vistazo, un beso grande, sole
http://divaguessobrevivirymorir.blogspot.com/