Hace unos días leía o escuchaba, no recuerdo bien, que un chaval que buscaba su primer empleo había tenido suerte y había conseguido un trabajo en lo suyo luego de tres intentos. Había tenido tres entrevistas, en la que no pusieron pegas a lo que pidió de salario le contrataron, en las otras dos, le dijeron que bajar sus pretensiones económicas por la crisis. Cosa que este chaval, inteligentemente para mi, no hizo y lo consiguió.
Me he quedado pensando en este echo, porque yo misma tenia que pedir revisión salarial. Cosa que tengo pendiente desde enero de 2008, y como se me concedió la jornada reducida, no volvimos a hablar. Pero que ahora si lo quiero hacer.
Toda la neura actual me hace recular, y dejo pasar los días, aunque en cualquier momento tirare la bomba, porque no estoy dispuesta a bajar las pretensiones salariales aunque este de moda. Nosotros, y gracias a Dios, somos una empresa atípica en la construcción, tenemos muchísimo trabajo, mas quizás de el que podemos absorber, y mucho se debe a mi trabajo. Pero esta empresa no difiere de las demás, salvo en eso, y se aferran a la crisis como excusa para no darte un aumento.
Casualmente ayer leía un artículo en El País, sobre este tema del Nobel de Economía. P. Krugman titulado “El síndrome de los salarios menguantes” donde básicamente hablaba de lo peligroso que es para la economía los salarios menguantes, donde “los trabajadores no se atreven a protestar cuando les recortan el sueldo porque no creen que puedan encontrar otro trabajo. Sin embargo, sean cuales sean las circunstancias específicas, la bajada de los salarios es síntoma de una economía enferma.”
Se plantea la siguiente cuestión…”Pero ¿por qué es eso malo? Después de todo, muchos trabajadores están aceptando recortes salariales a fin de salvar sus empleos. ¿Qué tiene eso de malo?
La respuesta se encuentra en una de esas paradojas que invaden nuestra economía ahora mismo. Padecemos la paradoja del ahorro: ahorrar es una virtud, pero cuando todo el mundo intenta que su capacidad de ahorro aumente radicalmente, la consecuencia es una economía deprimida. Padecemos la paradoja del desapalancamiento: reducir la deuda y sanear los balances generales es bueno, pero cuando todo el mundo intenta vender valores y saldar deudas al mismo tiempo, la consecuencia es una crisis financiera.
Y, dentro de poco, podríamos enfrentarnos a la paradoja de los salarios: los trabajadores de una empresa pueden contribuir a salvar sus empleos accediendo a cobrar sueldos más bajos, pero cuando los empresarios en todos los sectores económicos recortan salarios al mismo tiempo, la consecuencia es un aumento del paro…..
….La preocupación por la bajada de los salarios no es solamente teórica. Japón (donde los sueldos del sector privado descendieron como promedio más del 1% al año entre 1997 y 2003) nos brinda una lección práctica sobre la forma en que la deflación salarial puede contribuir al estancamiento económico.”
Cuando terminé de leerlo, ya estaba convencida que no voy mal encaminada en que se re estudie mi situación. Lo que tengo que hacer es juntar más valor para enfrentar este tema como he enfrentado los temas en el pasado, cosa que la neura generalizada ha hecho mella en mí y no me deja avanzar con este tema.
Pero todo llega. He aprendido a tener mucha paciencia. Por algún lado saldrá, de eso estoy convensida…
Pd: Che Pedrín, te recomiendo leer todo el artículo .. aqui
Le pese a quien le pese tenemos una economía que se basa en consumir los productos que están en el mercado. Y digo le pese a quien le pese, por esa cantinela que ha hecho que consumir adquiera connotaciones negativas. En economía lo que verdaderamente nos lleva a la ruina es consumir por encima de nuestras posibilidades y que el nivel de endeudamiento familiar suba por encima del 30% del nivel de ingresos mensual con el que cada familia cuenta. Para que el mercado siga funcionando está claro que los consumidores deben seguir manteniendo su poder adquisitivo, no sobrepasar los límites de endeudamiento y por supuesto ahorrar pero no de una forma coyuntural porque ahora estemos en crisis, sino de una manera contínua.
De todas maneras Lukre me parece genial que hayas reunido las fuerzas para pedir un aumento de sueldo pero sigue pensando en la negociación que se te va a plantear ¿hasta dónde estás dispuesta a llegar si te dan una negativa por respuesta? Porque en esta respuesta puede estar la clave para salir victoriosa o no. Sobre todo si te puedes hacer con las cuentas de explotación de la empresa, para poder demostrarles que sí que tienen beneficios y que aunque haya crisis ellos tienen las cuentas saneadas y sus beneficios van en aumento y no en receso.
con mi poca sabiduría en éste y otros temas, yo creo sinceramente que la gente no se puede quedar «frenada» mucho tiempo más. de hecho, los que tienen sueldo todos los meses y un empleo «más o menos asegurado» no dejan de salir y de viajar. puede que las tres cañas se hayan convertido en una y media y el viaje a Singapur haya sido sustituido por otro a Salamanca, pero la gente está loca por vivir y disfrutar, y esto es muy sano; no tanto el miedo que nos incrustan en la mente cada día un poco más. ahora es por la crisis, antes por el terrorismo, ¿y mañana, por qué?
a lo mejor esta época nos sirva para aprender a gozar de placeres menos exorbitantes pero igual de deliciosos si los vemos con otros ojos…