Fobias

Leía el otro día las fobias de los famosos y aunque algunas me parecían reverendas tonterías, como miedo a fallar en lo que haces como la de Jennifer Lopez, las demás son las clásicas, a volar, a estar encerrados, etc.

Yo tengo fobia a los hospitales.

Cuando yo era pequeña, estuve muy enferma. No estuve que estar internada, por suerte, pero estuve casi 1 año o más, sin poder levantarme de la cama para nada. Como se decía entonces, reposo absoluto. No lo recuerdo muy bien, ya hace tanto tiempo, creo que mi mente lo ha anulado porque pocos recuerdos tengo de pequeña.

De aquella época y sobre todo de las posteriores, obtuve varias cosas. Buenas y no tanto.
1) una salud, luego de los 16 años de hierro, porque me inyectaron perincilina hasta los 21. Creo que no volví a tener una gripe nunca más. Algún que otro constipado, pero fiebre? eso que es.
3) Como los remedios a las enfermedades eran, en esa época, léase los 60, algo burdos, me dieron tantas pastillas de calcio, que mi altura esta en relación con ese hecho. Dicen los médicos, que ahora seria una burrada, pues se me calcificaron los no se que de crecimiento antes. Por eso a mis tres sobrinos, JM, S y F, les divierte tanto sacarse fotos conmigo, porque ahora que ellos tienen alrededor de 20 años, juegan al rugby y sus alturas rondan los 1.95, mi 1.55 es risa, casi 2 cabezas literalmente. Tengo fotos que los demuestran. Soy la más bajita de mi familia, pero eso si, la parte buena, llevar tacones o plataformas me encanta, y que estén de moda me viene fantástico.
4) Como estuve en cama tanto tiempo, cuando ya estuve mejor, la rehabilitación fue hacer un deporte. Por lo tanto con 10 años empecé a jugar al tenis. No era otra Nadal pero era buena. Jugaba 6 días a la semana, como me gustaba. Cuando entre a la facultad tuve que decidir, o seguir profesionalmente o estudiar. Se me dio por lo segundo.
5) Me hicieron pruebas que odiaré en la vida. Una era de película de terror. Te ponían agujas en los músculos de las piernas y te daban descargas eléctricas a ver como reaccionaban. Aun hoy recuerdo. la oscuridad de la sala, y las luces verdes en los aparatos. De esto me quedo una fobia a los hospitales, que para que. Ya luego de tantos años, casi no la tengo o como digo yo va en silencio, por dentro.

Ayer tuve que acompañar a alguien cercano a que le operaran un pie. Bien, sin problemas, pero me he dado cuenta que estando en la sala de esperas me empecé a sentir cansada, tan cansada que diría que algo no iba bien. Cuando ya salimos, luego de más de 6 horas de estar metida ahí, bien. Pero me he quedado pluf, que me he acostado a las 10 de la noche y he dormido como un niño 10 horas sin moverme del sitio. Agotada.
Ahora lo llamarían stress, pero es la neura que me quedó de los hospitales. Estoy segura. Menos mal que soy, gracias a Dio, sana y no tuve que usarlos mucho, salvo el chequeo anual o un nacimiento de alguien de la familia o amistades.
Eso si, algún mal rato con un ser querido tuve que pasar como todos, seguro. Quien no ha tenido un hermano o un padre o quien sea, enfermo o accidentado en su vida, a ver si se piensa que yo no, pero para eso uno saca fuerzas de donde sea y se sobrepone a su fobia. Pero uno no va de excursión turística a un hospital, no?

Sinceramente, estar sano y no tener que ir a un centro sanitario, o por una larga enfermedad, o operación o lo que sea, es una bendición. No se como nos pueden gustar tanto las series de médicos, si los hospitales son un asco, aunque en el que estuve ayer es privado y una maravilla. Pero los médicos, enfermeros o lo que sean, digamos personal sanitario, entrando y saliendo, azotando las puertas, como si nada. Como si estar ahi fuera la cosa más normal del mundo.
Pero me pregunto, habra una palabra para la fobia a los hospitales? (hospitalofobia?) o es lo más normal del mundo, que ni se concidera?

pd: che pedrín, decian que iba a llover, pero menudo día se ha levantado.

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