Todos los que están de vacaciones, tiene la suerte de estar en el mar o algo parecido, tomando el sol. Otros que no están de vacaciones, como la que escribe, esta al sol, pero en un jardín, con una manguera y agua fría (paso de la piscina con los gritos de los niños), comiendo pistachos al sol.
No se conforma el que no quiere.
Eso sí, el lunes me preguntaran…y podré fardar.. “en el campo”. Porque me he exiliado de la fiestas debajo de mi balcón.
Cosa que cada 15 de agosto se repite.
Este año pensé.. “vale, intentare quedarme” Pero fue imposible. Porque el problema no es la música, es que el equipo que la reproduce es tan cutre, que los graves hacen que vibre todo lo de madera del edificio. Lo dicho, insoportable.
Pero como uno será pobre, pero tiene recursos. Mangoneo una vivienda en las afueras, cuyos dueños están de vacaciones, y haciéndose la mártir, poniendo cara de pena, le prestaron para pasar de la verbena debajo de su balcón.
No sé que le ven los españoles, a las verbenas, la verdad. Si es solo comida, fritangas, churros con chocolate (con este calor) y ruido. Eso es diversión?
Entre meadas, basura a la acera y demás suciedades de la calle, uno no soporta solo el ruido, el olor a fritanga, la tómbola de los gitanos que nadie gana, sino que luego que el bullicio termina a eso de las 2 de la mañana (si tiene suerte y es de diario, hoy sábado no concluye antes de las 4am), viene el bullicio de la troupe de limpiadores, que gritan, lavan con una manguera que tiene una presión que al golpear sobre el asfalto, hace un ruido que para que.
Inaguantable para mí.
En esto, nunca me voy a sentir española, lo siento.
Lo dicho, sol de pobres, pistachos, tumbona, naranjada y poco más…escribiendo el blog.
pd:Che Pedrín, esto de trabajar en agosto es de pobres ein, todo quisqui esta de vacas.. menos nos…
ya sabes lo mucho que te entiendo… aunque yo no esté exactamente en el meollo (¿viene de mear? podría..) de la verbena de la paloma, lo estoy rozando y lo vivo, anda que si lo vivo: toda la noche, o poco menos, riadas de gente por la calle debajo de mi balcón: borrachos, meones, gritones, y paso de más calificativos soeces. por la mañana, cuando salgo con mi perra, es como si saliera al campo de batallas, sorteando papeles, vasos, botellas y vomitonas.
esto se llama divertirse? esto es lo que se llama civilización y desarrollo? yo, perdónenme, lo llamo simplemente excesivo uso de la libertad y cochinada individuales. punto.
Estoy segura de que en Pamplona hay mucha gente que no soporta los Sanfermines; sé de buena tinta que muchos malagueños y sevillanos aborrecen sus respectivas ferias, y que muchos valencianos aprovechan las Fallas para quitarse de en medio. Y lo mismo se podría decir de todas las fiestas populares de España.
Lo malo es tenerlas debajo de tu misma casa y no poder obviarlas.
Mi más sentido pésame, resignación y besos.
No te equivoques, Lu, lo que es de pobres son las vacaciones. Los ricos no tienen que esperar un año para poder ir a “holgazanear”.
Y las fiestas, para qué hablar de pueblos que cierran la calle principal, para sacar vacas. Para solaz y divertimento de ¿tres, cuatro?, los que quedan en el pueblo.
¡Cómo odio las fiestas populares!