Mucho se ha hablado fetichismo, devoción hacia los objetos materiales, para el que no los sepa, que tienen los hombres. En todas las épocas de la historia, había algo que era su deseo más ferviente, sus fetiches, que hasta han ocasionado guerras, sino léase sobre Troya.
Según los psicólogos actuales, practicar el Fetichismo, está considerado como un trastorno sexual y de la identidad sexual. Aunque usemos la palabra fetiche como algo simbólico, en realidad está asociado a trastornos sexuales. Se podría decir que el hombre asocia su carencia o necesidad con esos objetos, hasta obsesionarse.
Te has puesto a pensar en esto? En cual puede ser un objeto moderno, que se está convirtiendo en una obsesión para muchos, que llegan a pagar fortunas por tener uno y lucirse entre los de su especie como reyes del mambo? Pues para mi, y cada día estoy más convencida… el fetiche del homo sapiens moderno es… EL TODOTERRENO.
Si, el todoterreno.
Coches cada vez más caros, cada vez más grandes, que nunca serán usados para su verdadero objetivo, como dice su nombre Todo-Terreno, porque nunca saldrán de las ciudades y subirán lomas, ni se meterán en el barro, ni nada de eso. Ni siquiera las plazas de coches de normativa europea tienen las medidas para que aparque uno de estos cómodamente, tendrán que volver dar directivas sobre las dimensiones para dar respuesta a un vacío legal.
Algunos hombres tienen tal necesidad por tener uno, que ya están pasando a segundo plano los deportivos, y otros modelos. Es como si fueran una prolongación de sus “mentes” por no ser burda y decir “penes”. Vale lo he dicho. Eso sí, cuando lo usan en carretera, te lo pegan a la cola de tu coche como diciendo, “a un costado, que paso yo”. Ya no van con los cristales tintados para que no se les vea dentro, ni son negros, que va, ya hasta tienen colores como el blanco o rojo, un montón se ven ahora en la carretera, para que se les distinga y se hagan notar.
El otro día, una tromba de agua infernal, me pillo en la carretera de la Coruña al medio día. En 15 minutos que tarde en llegar a Madrid a 50 km por Hs. no se veía nada, todo se inundó y había un tráfico que no les cuento. Todo el mundo intentando no hacer aguaplanning y llevarse al del costado. Es la segunda vez en mi vida que me pilla una de estas en carretera. Pero esta fue peor. Y que paso? Pues que de repente aparece por mi retrovisor, un todoterreno creo que Hyundai, color dorado. Pues si, su color parecía dorado. Era un amarillo metalizado que daba esa impresión, como para no pasar, por supuesto, inadvertido. Por el carril derecho a el doble o el triple de velocidad que venían todos los demás por el agua que caía. Cada vez que pillaba una balsa de agua, hacia tal ola no solo para los de los carriles contiguos sino para el carril rápido de los que venían del otro lado. Piensan que aminoró la marcha? Pues no.
Si el color del coche ya me dice bastante de la persona que lo elogio, su actitud en la carretera más. No ocasiono un accidente, porque la gente estaba tan atenta a la lluvia, siendo el único energúmeno, que no.
Evidentemente yo todos los días, hago la ruta de los que están considerados los municipios más ricos de la Comunidad de Madrid, llámese, Aravaca, Pozuelo, Las Rozas, etc. Creo que ahí, existe el mayor número de todoterrenos por m2 del reino, y por lo tanto para mi humilde saber y entender, el mayor número de gente “frívola” por m2.
Hace poco terminamos de construir una casa donde trabajo en Pozuelo. El cliente me volvió loca durante la obra, con pelotudeces, y su mujercita más. Un día una cosa, otro la contraria porque lo había visto en una revista, insufribles. Una mañana, al final, hablando por teléfono sobre el garaje, le digo, “pero A, tu todoterreno no te va a entrar así” y me dice “y tu como sabes que tengo un todoterreno?” Me empecé a reír, para no decirle, “gil porque sos tan obvio y te mimetizas tanto con la media, que se cae de maduro que si vas a vivir en Pozuelo, tenes que tener uno.”
En fin, si alguna vez queréis regalarme un coche, ni se les ocurra un todoterreno. Por dos razones. Una por lo que dice arriba y la otra porque como mido lo que mido, necesito un banquito para subirme y sobre todo, como no tengo estancia, no necesito uno para ir a ver la hacienda. Eso sí, acepto descapotables, que si son coches de ciudad.
pd: Che pedrín, está decir que mi jefe tiene un Cayena? eso si, no le paga a los proveedores y se vive quejando que no tiene dinero. A no, esa es su mujercita…
Yo diría que es más de las mamás modernas…que llegan aparcan donde les parece, claaaaro, con un ‘bicho’ asi a ver quien les dice nada!!
Y para ir a comprar también es muy bueno, así los maridos (tan generosos) ellos se lo compran a sus ‘contrarias’ y en parte tienen la excusa perfecta…’mujer, para que vayas bien segura? y estás si que son TORPES!!
😉
1beso
a mi me «joden» más las excusas que ponen para comprarse esos cacharros.
Frases hechas y tópicos manidos, que si la visibilidad, que si la seguridad, que si la estabilidad… chorradas recurrentes.
No, no me convencen. Un todoterreno no es un coche «urbano». Ocupa y consume más que mi utilitario.
Pero, en esta época la prepotencia se compra en los concesionarios.
Llevo años saliendo al monte, y, la única vez que me planteé comprar un todo terreno, desistí, por lógica. No me salían las cuentas de uso/consumo. No deja de ser un vehículo que se inventó para trabajar, así que, sigo considerándolos «tractores». Prueba a decirle al dueño de un cayenne ¿dónde vas con este tractor?
Es posible que, como apuntas, haya una relación inversa coche/pene.
En fin, me enfada el asunto casi tanto como a ti.
Besos, Lu. Tampoco me apasionan los deportivos (aunque los prefiero a los «todoporcuatro»), soy más de furgoneticas.