Llevo bastantes días pensando en este tema. Por momentos me agobia bastante. Teniendo en cuenta que tengo trabajo, salud, casa y comida como se dice por ahí. Cosas que agradezco a diario, en mi caso a Dios, tu puedes agradecerlo a quien te dé la gana. Nadie me lo regala, me lo curro a diario, pero igual reflexiono sobre esto.
¿No será escupir al cielo quejarse o sentirse mal en estos tiempos?
Yo nunca me resigno en que se puede mejorar, pero acepto lo que hay y sobre todo me adecuo a las circunstancias. Pero veo tantas injusticias a mi alrededor que me hierve la sangre. Veo como se comportan en mi trabajo por ej. Ellos nunca tienen la culpa de nada, sino el trabajador. Son los típicos empresarios que no asumen los riesgos, sino que la culpa siempre es de él otro. Sino fuera porque me paga, malamente pero si llega, los gastos para vivir, hace mucho que me hubiera ido.
Teniendo en cuenta el mercado laboral actual, mi edad y las posibilidades, me tengo que sentir satisfecha con lo que tengo. Pero no es así. Hace muchos años, por mucho menos ya hubiera cambiado de trabajo.
Se me crea un sentimiento de inconformidad, con impotencia, con ganas de salir corriendo. Pero igualmente aparecen los miedos. Nunca he sido una persona que no enfrente las cosas, y esa dualidad de sentimientos entre lo que debo, quiero y puedo hacer sobre este tema, me tiene loca. Muchas ideas radicales y no viables, conscientemente, se me cruzan por la cabeza.
Pero como todo en la vida no viene solo, también se me ha generado un sentimiento de culpabilidad, sobre sino me quejo de vicio.
Teniendo en cuenta que actualmente hay mucha gente que lo está pasando mal, sin trabajo, sin paro, sin salud, sin tener donde caerse muerto. No será soberbia en mi caso, quejarme o presentarse estas dudas existenciales? Se que tengo suerte. Suerte de tener junto a mí, un grupo de gente que me encanta que se hayan cruzado en mi camino. Buenos amigos que siempre están dispuestos a escuchar o brindar ayuda, como yo hacia ellos. Los buenos amigos son un tesoro. Yo no tengo muchos, pero los que tengo valen oro. ¿Entonces?
Tengo casa, comida, salud, trabajo, buenos amigos, porque me siento inconforme con todo? Creo que aunque me gane la primitiva, y tape todos los agujeros financieros, y lleve un poco de tranquilidad a mi futuro, me sentiría igual.
Mucho de esta extraña sensación, también la tiene el ambiente social en que vivimos. Os habéis dado cuenta de lo enfermos que están todos? Nuestros dirigentes se insultan, se pelean, se descalifican, cosa que no ayuda para nada a tranquilizar a la población con lo que está cayendo. En ningún lugar encontramos un remanso de paz. Vamos a estallar. No se vosotros, pero yo si.
Intento centrarme y buscar una explicación lógica a mi inconformidad, pero nada ayuda para que la encuentre. Lo único que hace que me olvide de todo es cuando voy a la escuela, me meto en el taller, y me centro en lo que hago. Llevo desde octubre, y desde esa época no me ha vuelto a doler la cabeza, cosa que antes era a diario. Hasta esta suerte tengo.
Entonces, joder, de qué me quejo?
pd: che Pedrín, a que estoy loca?
imagen vía@fashionlan.com
Creo que tu trayectoria es de lo más normal. Cuando eres más joven te arriesgas más, aguantas menos. Y al mismo tiempo todo lo que no sea perfección en tu vida lo vives como una desgracia.
Cuando eres más mayor te vas volviendo menos arriesgada, no eres capaz de tirar las patas por alto a la mínima. Y al mismo tiempo te das cuenta de que tienes mucho más de lo que antes creías, y te parece una exageración quejarte.
Más o menos todos vamos pasando por esas etapas.