Las Cuatro Leyes

“En la India se enseñan las “Cuatro Leyes de la Espiritualidad“.

La primera dice: “La persona que llega es la persona correcta”, es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.

La segunda ley dice: “Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido“. Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el: “si hubiera hecho tal cosa…hubiera sucedido tal otra…”. No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.

La tercera dice:”En cualquier momento que comience es el momento correcto“. Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará.

Y la cuarta y última: “Cuando algo termina, termina“. Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.

Creo que no es casual que estén leyendo esto; si este texto llega a nuestras vidas hoy, es porque estamos preparados para entender que ningún copo de nieve cae alguna vez en el lugar equivocado!

Que difícil se hace a veces, entender a los del otro lado del mundo. Pero creo que los equivocados somos nosotros, los occidentales. Has visto alguna vez a un hindú que no sonría continuamente?

Para pensar.

che Pedrín, me tendré que mudar a la parte más oriental del mundo para ser feliz?

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Un comentario en «Las Cuatro Leyes»

  1. Yo he estado dos veces en la India (dos semanas en la mitad norte y dos semanas en la mitad sur). No quiero resultar pedante, pero diría que el primer viaje me cambió la vida. El segundo, diez años más tarde, me confirmó el cambio. Y estoy loca por volver de nuevo.

    En India todo me gusta: la gente, la comida, el ambiente, la forma de pensar.

    Sin embargo, es posible que a pesar de todo no pueda dejar de ser lo que soy, y hay cosas que me gustaría pensar y creer pero no puedo.

    De esas cuatro leyes que explicas, en realidad sólo estoy de acuerdo con la última. Me gustaría que fuera de otro modo, pero de momento no lo es.

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