El naranja no me sienta tan bien como el rojo

Es imposible que no se me pegue esa locura mundialista que se ha apoderado de todo el mundo. Lo entiendo. Posiblemente, si en lugar de España, en la final estuviera Argentina, estaría o me sentiría igual o quizás peor, más alocada quizás. Bueno como no es así, y vivo en España, aun tengo una oportunidad para sentir esa locura colectiva.

Tengo varias invitaciones para ver el partido, y posiblemente yo sea la única que no me ponga la camiseta roja. Porque una cosa es unirse a la locura colectiva que tenemos cerca y otra volverse loco del todo. Porque a mí me va mejor el celeste y blanco.
Es increíble como todo fomenta la locura colectiva. El telediario por ej, el 70% es solo futbol.

Pero no crean que esta locura sea solo para los españoles. Hasta los chinos o africanos del barrio, van con la camiseta roja puesta por la calle. A esto, no estoy muy segura si es porque se han envenenado de la misma locura que yo, o no sé porque. Me gusta pensar en la primera opción.

Pero parece que no todos piensan igual. Ayer me cruce por la calle con un chico oriental con la camiseta de Iniesta por un lado, y por el otro en la misma dirección dos de esos que cierta cultura popular llaman “quinquis”, y de repente escucho “no sé porque usa esa camiseta el japo, sino es español”.

Me he quedado pensando en eso. Primero la ligereza con que lo ubicó en el mapa mundial. Quiero entender que al decir “japo” se refería a japonés, y no a otra cosa, porque en el comentario deduje que algo que para mí es normal, cuando uno vive en plena locura colectiva como me pasa, que se mimetiza, para otros lo sentí algo racista. Como si no se pudiera tener afinidad emocional con algo bueno que les está pasando a los vecinos.
En fin, cada uno con su locura. El “japo” siguió caminando orgulloso con su camiseta de Iniestas, los quinquis cruzaron la calle y yo seguí mi camino.

Ya he decidido donde voy a ver el partido. En mi casa, con otros descolgados y solitarios en mi misma situación. Eso sí, cambiaremos la cervecita típica “espanish” por un champagne, con algo de picar, que para eso somos distintos. Aunque seguro alguno se pondrá la roja. Quizás hasta pique yo, porque el naranja no me sienta tan bien como el rojo. Por eso del color de pelo de las morochas, evidentemente, o no?

Pd: che pedrin, y tu picaste? Veras el partido???

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2 comentarios en «El naranja no me sienta tan bien como el rojo»

  1. Yo posiblemente sea una rara y algunos dirán que una malage. No voy a ver el partido. Cualquier partido de fútbol me aburre hasta extremos mortales y me da igual que sea un partido de 3ª regional entre dos pueblecillos o la final de un mundial. Me da igual que sea España o cualquier otro país.

    El caso es que el fútbol no consigue que pueda prestar atención a una pantalla ni cinco minutos. No consigue que me entusiasme ni me sienta más o menos española. Si gana España no sentiré el más mínimo orgullo o satisfacción, no porque sea anti-española, sino porque no es una actividad que pueda conseguir que me sienta entusiasmada en ninguna forma. No me siento representada en forma alguna por un equipo de fútbol, ni local, ni nacional. Por supuesto, nunca he visto un partido de fútbol completo. A lo más, un trocito de unos minutos en un intento de ponerme en la onda de los demás. Y no, no lo consigo. Me parece la actividad más fea y aburrida que puedan desarrollar un grupo de personas, incluso eliminando el histerismo y la catetería que muchas veces van inherentes.

    Si de hoy para mañana desapareciera todo vestigio del fútbol sobre la faz de la tierra, no se me movería una pestaña. Me trae sin cuidado que todos los clubes del mundo se arruinen y que este deporte desaparezca para siempre.

    Uff, qué tranquila me he quedado después de soltar este mítin.

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