Cuando uno no es de la ciudad donde vive, muchas veces fantasea en ir caminando y encontrase con gente de su pueblo. Bueno yo fantaseo con esto mucho.
Nunca me ha pasado pero ayer tuve algo parecido.
Hace unos meses en mi afán de limpiar y tirar lo que no necesito o uso, encontré una caja con fotos de una etapa de mi vida de hace 20 años. Cuando las veía pensaba y esta gente, quienes son? Recordaba los lugares o las situaciones pero no la gente. Solo unos pocos.
La mitad de las fotos fueron a la basura. De esa gente de las fotos, algunas al verlas me hicieron sonreír, porque eran entrañables. Esas fotos se quedaron.
En una, había alguien que se había quedado a dormir en mi salón, junto a mi super perro Verdi. Me acordé de él, porque cuando lo deje de ver y saber, le habían diagnosticado una de esas enfermedades puñeteras degenerativa. Cuando vi la foto pensé, que será de su vida, como andará. Y más que una cliente que le he reformado su piso tiene lo mismo. Posiblemente cada vez que escuche de eso, me acordaré de ellos, porque mi cerebro ya registro sus caras a esa enfermedad.
Volviendo a mi relato. Pues la foto en cuestión no fue de las de la basura. Esta en la caja aun.
Ayer estaba en la Fnac, para pagar algo y de repente miro para un costado y ahí estaba, el de la foto, después de casi 15 años. Yo le toco el brazo y le digo, “fulano soy Lu”, y claro que me recordaba. Que alegría para ambos.
Seguimos juntos, charlando de que hacia aquí, porque no es tampoco de esta ciudad, de que tal estaba, de que esto de lo otro. Nos hemos pasado los fonos y los enlaces de Facebook para encontrarnos nuevamente, en unos días y así poder charlar tranquilamente con un café.
Sinceramente me alegre mucho de verlo y sobre todo de comprobar que esta bien. No se ha curado de lo que tiene, pero por ahora lo tiene controlado.
Todo esto me ha llevado a pensar en dos cosas.
Una, que la vida es muy corta y una persona como él con su vitalidad y juventud, va por la vida con las horas contadas, porque sabe su final. No cuando, pero lamentablemente sabe como. De que se quejan otros, haciendo castillos de arenas de tonterias.
Dos, cuando has tenido con una persona una bonita relación, en este caso de amistad, de colegas de juergas posiblemente, eso nunca se pierde. Se puede transformar, pero eso que yo fantaseo si me encuentro a fulano o mengano que pasaria, pues ya lo se.
Y como pusieron ayer en Facebook, lo pongo aqui…
“Hay cinco cosas en la vida no se puede recuperar: Una piedra … después de que se lanza. Una palabra … después de que se dice. Una ocasión … después de que se ha perdido. El tiempo … después de que se ha ido. Una persona … después de su muerte. La vida es corta. Rompe las reglas. Perdona rápidamente. Besa lentamente. Ama de verdad. Ríe incontrolablemente y nunca lamentes nada de lo que te hizo sonreír, disfruta de la vida!”
Lu, qué buen consejo el del final de tu post. Ojala tuviésemos el coraje para seguirlo cada día.
Con respeto y admiración, le sigo fielmente, mi querida “Yo” (:
Yabu y a mi,, y a mi
Manuel un gusto que te andes por aqui..
bss a los dos