Esta semana me he dado cuenta lo que idealizamos el pasado. La vida cambia para todos pero uno a veces no se da cuenta que también estamos en el ajo.
Estoy en Buenos Aires, y me he dedicado a pasear caminando, observando, recordando.
Primero la ciudad. Cambia año a año que vengo, pero esta vez ha sido más notorio. Posiblemente porque la última vez que vine aquí, hace dos años, lo hice más como turista y con más gente. Por eso no presté atención a cosas que quizás estaban pero yo no vi.
Buenos Aires, está cambiada. Algo decadente, pero ya no se ven tantos cartoneros como hace años por la calle. Pero ahora la decadencia esta en la gente. En las cosas.
Más cara que París o Madrid, es imposible comprar nada como hace años. No se como lo hacen los argentinos, porque todos van con bolsas en la mano. Pero la calidad de los productos ha bajado un montón. Aún no he ido al centro centro, pero por ej, en Alto Palermo que era un shoping de lo más pijo. La ropa de las tiendas de mala calidad, mal cocidas, de telas horribles, menos los precios.
Yo no he venido a comprar nada, solo a descansar, pensar y pasear. Pero es imposible no ver lo que pasa porque uno ve las vidrieras en sus paseos.
Lo que si, los árboles, están hermosos. Muestran toda su grandiosidad la naturaleza en esta ciudad. Por ej, el ombú junto a la Biela en la Recoleta, ya sus ramas tocan el suelo. Impresiona ver lo grande que está.
Le han sacado el cartel que tenia a Carlitos en la fachada de la Biela, que ya no es lo que era. Esta cambiado todo. Esa decadencia que hablo se nota en todo, en la gente, en la vida misma, en los coches.
A avenida Santa Fe, la han hecho doble mano y eso desorienta más.
Yo no he idealizado la ciudad, pero la he visto envejecer como uno mismo. No la veo que haya evolucionado mucho, salvo movimientos de centros de interés de un barrio a otro. En eso esta viva y con ello me da esperanza que recupere algo de su antiguo esplendor.
Lo que si me he dado cuenta es que he idealizado a la gente. Me he encontrado con alguien que hace más de 25 años que no veía, pero que había sido muy importante para mí en mi juventud. Siempre pensaba, que será de su vida, como andará. Sabia de él por mi hermano, pero no directamente. Pues esta semana nos vimos, y fue como estar con un extraño que no conocía de nada. Ha sido un lindo encuentro pero me ha dejado pensando, en esa manía que tenemos todos de idealizar lo pasado como centro de refugio emocional. Uno busca refugio en los recuerdos lindos del pasado para sentirse bien cuando esta mal, pero todo evoluciona, todo cambia como cantaba la negra Sosa.
Ahora por circunstancias tengo la oportunidad de empezar casi de cero, pero antes me tengo que deshacer de esas idealizaciones que eran mi refugio. Tengo que darme cuenta definitivamente que el pasado terminó y no existe más.
Todo lo que venga en este nuevo año que empieza mañana serán nuevo para mi. Tengo que eliminar definitivamente mi mochila. Para llenarla de cosas nuevas desde mañana.
Yo se lo que le pido al 2012 y vos? No voy a caer en el tópico de desear lo mejor a vos, porque si me lees sabes que siempre os deseo lo mejor. Solo os dejo el vídeo de una de mis canciones preferidas, para que el 2012 todo cambie para bien en la vida mía y de todos ustedes. Feliz 2012 y ojo que es bisiesto.
Lu, todo lo que has visto no es sólo Argentina, es el símbolo de la decadencia mundial. Todavía hay ciudades que intentan mantener el equilibrio y la apariencia, pero ya nada es igual, no por las cosas, como dices de los árboles que no han cambiado, sino por la actitud humana que ha caído, que sólo ha basado su bienestar en la aparente riqueza y que ésta ha consistido en lo banal desembocando así en un aislamiento cada vez mayor.
Ya me parecía que estabas en Baires, sea como sea ahora, la sigo amando.
Besos, en este momento de orilla a orilla.
Y tanto que lo tengo claro. Y no sé si será en el 2012 o el 2013, lo que sí sé es que lo conseguiré.
Seguro que tú también.
Salud y felicidad, querida Lukre ;*
aunque tarde besos y abrazos para los dos… y un 2012 fenomenal