Si te preguntan como estas, tu que contestas?

Hoy me preguntaron cómo estaba y de ello derivó este post.

Primero porque no os dais, posiblemente, cuenta que cada día se pregunta menos eso “como estas”. En el sentido de que tal te va la vida, que tal te sientes, etc.
La vida moderna y sobre todo, la locura de este momento, nos ha llevado a que solo se diga “hola”. Ya sabemos que todos estamos mal, por un tema o por otro.

Cuando alguien me pregunta eso, me quedo pensando. La respuesta al comentario es “bien”. Pero no por cumplir sino porque es verdad.

Veía el programa Redes el otro día, y la parte que más me gusta, cuando su hija habla de la “inteligencia emocional” sobre un tema concreto. Hace unas semanas se trato “entre la juventud y la senectud“, donde hablan de la mediana edad. Sinceramente ha sido clarificante, porque me he sentido muy identificada.

Evidentemente porque por mi edad, entro del grupo de los 20 años que preceden a la vejez (cuarenta y cincuenta). Os recomiendo verlo desde el link, vale la pena.
Pero una de las cosas que dije “que verdad” es que cuando uno llega a estas edades, tiene las cosas claras, y no pelea con la vida en general. La sabiduría está en su punto álgido del desarrollo del ser humano. Uno se siente bien la mayoría de los días, porque se acepta como es, con sus defectos y virtudes. Ves la vida de otra manera.

Posiblemente depende de cada uno, nunca es bueno generalizar, lo sé. Pero también depende de algo día a día. De proponerselo y trabajarlo con uno mismo. Evidentemente hay gente que no acepta envejecer, y que los años pasen. Pero también es verdad que una persona de 50 no es vieja como hace 100 años. La vida se percibe de manera distinta, y como muchos psicólogos dicen, los 50 ahora son los 40 de antes.

Esta edad, coincide con el la plenitud del aprendizaje del hombre. Ya no tenemos tanto estrés emocional, aceptamos las cosas como bastante mejor, y como yo digo, ya no nos comemos tanto el coco con las cosas. Se suele tener cierta “crisis” y empiezan las ganas de hacer lo que verdaderamente nos gustaría. Muchos quieren dejar el trabajo y hacer otra actividad. Uno sabe, que es ahora o nunca.

No soy la única que le pasa eso, por suerte. Pero algunos lo ven como algo positivo y otros no. Yo si.
El año pasado alguien me hizo “un regalo” ayudándome con algo, que ahora no viene al caso, pero que emocionalmente me saco un peso de encima. Desde ese momento, al no tener esa presión de tener que cumplir con compromisos adquiridos y no poder, mi existencia cambio. Increíblemente.

Ahora sé lo que es vivir sin esa presión y no volveré a meterme en esos berenjenales más.

Tengo otras cosas, pero entre la plenitud que la edad te da y aceptar lo bueno y lo malo que tenemos, vivo relajada, y feliz. Porque lo voy a negar. Me río mucho más, ya no me enfado tanto aunque si me pasa con los que trabajan para mí, pero enseguida se me pasa., (cosa esta que tengo que trabajar más para superar, la frustración por lo que el otro no hace como yo quiero y aceptar que nadie es perfecto y menos yo, pero buen eso es algo muy típico como capricornio que soy, soy consciente y solo con verlo ya tengo la mitad del camino resuelto). Pero sobre todo, voy a mi paso, tengo mucha más libertad y se agradece hacer lo que a uno le plazca, como que cada día me importa menos el  “qué dirán . Creo que todo esto viene de aceptarse como es, con luces y sombras, que las tenemos todos.

Quien quiere volver a tener 20? yo no.

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