Este 26 de diciembre, este blog cumple 9 años. Y saben, tengo ganas de cambiar. Para empezar hemos cambiado de look (aunque lo mejoraremos, no termina de convencerme, quizás vuelva a antiguo look) y de dirección. Así que todos estos mil y pico de post, de estos 9 años, los hemos migrado a esta dirección…
Divagues de alguien, yo (2) = www.lucreziaarrias.com/blog
Desde este post, que es un enlace entre lo viejo y lo nuevo, y aparecerá en ambas direcciones, escribiremos en la nueva desde el próximo.
Tengo ganas de retomarlo, de expresar las cosas que siento, y de seguir con este blog personal, que a veces creo que es mi “testamento” para que las próximas generaciones sepan quien soy, que pensaba, que hacia.
No porque sea ni mejor ni peor que nadie, sino porque un día luego de leer un artículo en una revista sobre las “bitácoras” hace 9 años, se me ocurrió escribirlo. Y aqui esta. Ni yo misma me reconozco más de una vez , y pienso… “yo escribí esto?“. Pues si, fui yo. Mea culpa…
El ser humano tiene la virtud, por llamarlo de alguna manera, de olvidar con el tiempo. Por eso, no pienso borrar este blog. Si nadie lo lee, bueno esta bien, no pasa nada. Pero es importante para mi, y con eso bastas. Si le lees, me encanta que podamos transcurrir esta vida juntos, a través de estas páginas.
Otros escriben un libro de memorias. Yo escribo un blog.
Ya sabéis lo que el poeta decía…
El devenir de la vida es arrastrar una pequeña maleta de mano, de terminal en terminal de aeropuerto, llena de “porsiacasos”. Sin saber qué nos hará falta en cada momento, ni quien la heredará cuando nos paremos.
Una cosa que llevo yo en esa maleta, es este blog.