Sigo dándole vueltas a la película Her. Os recomiendo esta reflexión del blog Yorokobu, «Her y el amor«, que comparto plenamente.
La película me gusto mucho y me hizo acordar a la época que uno chateaba, y que sabía que del otro lado había una persona, pero que no se conocían en persona. Cuando ya llevabas una temporada, empezabas a sentir cosas hacia esa persona. Amor? Posiblemente. Cariño diría yo.
Yo ya hace muchos años que deje el chateo, posiblemente porque con la masificación se perdió ese romanticismo de la novedad que nos llevaba a todos a hacerlo en los principios de Internet, allá por el 95. Pero yo sigo recordando. Hay un par de personas que les perdí la pista, pero siempre aparecen en mis pensamiento con la pregunta «que será de la vida de…»
Cuando vi la película, me acordé de esa época. Porque es igual, una persona solitaria, que encuentra en una voz, cariño, comunicación, diálogo, risas, etc.
El otro día, en un corrillo en el parque donde paseo mis perros, se planteo la pregunta, donde conocer gente. Y todos llegaron a la conclusión, que saliendo de juerga no se conoce a nadie serio, solo para juerguear, y más de uno/una, no pudieron decir donde.
Alguien puso de ejemplo las páginas de contactos. Yo que tengo mi teoría sobre ellas, que otro día contaré, no lo vi viable. Es más puse de ejemplo a alguien que me dijo «que una página de contactos es como tener mucho de lo mismo, entonces se va probando de uno en uno, perdiendo la seriedad y las ganas de comprometerse con alguien. Donde hay mucho, para que valorar uno. Total si sale mal, ahí hay otro.» Y yo agregue .. y son de pago. Ya ni el amor es gratis.
Conclusión, los que estamos solteros, de cualquier forma, lo tenemos chungo para encontrar a alguien interesante. Y para estar con alguien por no estar solo, mejor como el de Her, enamorarse de un sistema operativo. Que seguro no te da problemas y aunque sea te escucha.
O escribir un blog, aunque te lean pero casi nunca te digan algo…