Dice Elvira Lindo en su última escrito para el diario El Pais… “Como en casi todo los ámbitos, en España las opciones políticas, sea la republicana o la monárquica, se defienden con demasiada frecuencia a base de desprecio y no de crítica razonada. La idea no es mía, la solía expresar Fernán-Gómez cuando aseguraba que el problema de España no es la envidia, sino el desprecio. …”
Cual es la diferencia entre estos dos conceptos. La envidia es lo que es, cuando queremos lo que tiene otro, y el desprecio es: es una intensa sensación de falta de respeto o reconocimiento y aversión.
Menuda mezcla no? Pero que verdad. Cuando se utiliza la crítica para menospreciar al otro, para sentirse uno bien pisoteando al otro, me revuelve el estómago.
Estoy bastante cansada que se hable mal de todo. De la gente, de las cosas que están pasando, de todo. Se que no vivimos en una sociedad idílica, y yo soy la primera critica, pero de ahí a criticar malamente sin lo que dicen “critica razonada“, hay un abismo.
Ya he discutido, porque del otro lado no permiten que uno se exprese distinto, con dos personas por si referéndum si o no sobre la monarquía.
Parece que uno fuera simpatizante de el PP, cosa que si me conocieran bien sabrían que no, porque estoy con el sentido común de que si la Constitución dice que esto es el sistema, pues cambiemos antes esta ley para poder adaptarlas a los tiempos.
Yo simplemente predico que utilizamos las normas estipuladas, sino que las cambiemos pero no sin ton ni son, sino con lógica. Soy una convencida que mucho de lo que pasa en este mundo es porque no se cumple lo que fijamos de un principio. Todo evoluciona y se puede cambiar, pero no saltando lo que nosotros mismos fijamos. Con orden.
Y pongo otro ejemplo, porque no es mi intención hablar de la monarquía si o no. Que los sacerdotes se casen. Pues yo estoy en desacuerdo.
No por ser de ultra, cosa que no lo soy. Sino porque yo no jure un voto de castidad, ellos si. Evidentemente la gente con el tiempo puede cambiar de opinión, y no los juzgo por ellos. SI algún cura se enamora y se quiere casar, pues nada. Que deje el sacerdocio y lo haga. Listo así de fácil.
Pero no, quiero todo. Ser cura y casarme. Pues no. En la vida no se puede tener todo. Las normas están para cumplirlas no para saltarlas. Si esta sociedad cumpliera todas las que hay, habría más políticos corruptos en cana, más defraudadores presos, más chorros entre rejas, y así con todo.
Porque la base de todos los problemas que tiene esta sociedad, está en la simple paradoja de no cumplir las reglas que ella misma impuso. Así de simple.
Falta menos gritos y más crítica razonada y con sentido común. Y sino, cuando tengamos que ir a vota, pensemos y razonemos con la cabeza y no usemos el … mejor la mierda conocida que lo nuevo por conocer o yo no voto porque total siempre salen los mismos.
Como decía Eisntein… quieres cambiar algo, pues no hagas siempre lo mismo.
imagen via @rainy day by Ferdi Doussie