Salir de la zona de confort

A veces en la vida nos tenemos que arriesgar. Una expresión que me  escucho mucho  es “no estoy en mi zona de confort”. Muy anglosajona ella, pero es verdad.

Nos apoltronamos en nuestra zona de confort y esperamos que la vida nos resuelva los problemas, y eso no puede ser. Hay que arriesgar, tirarse y si te estrellas, que se le va a hacer, cet`s la vie, pero lo intentaste.

Mucha gente a mi alrededor, no tienen intención de salir de esa zona de confort. Es más fácil aceptar la rutina y las dádivas que te da la vida, que salir por el premio gordo.

Yo estos últimos meses, luego de encontrarme en el dique seco 10 meses, he salido a buscar cosas nuevas, me he esforzado mucho y tengo mucho estrés de lo que paso a diario. No he encontrado apoyos, solo trabas y zancadillas. La gente, como si nada, se ha ido de vacaciones con un par, y nos ha dejado como se dice “con el culo al aire”·

Yo estoy decidida que igual seguiré adelante, cosa que estoy haciendo, sola.

Es increíble como los años te dan la serenidad para sentirte con fuerza con todo. Soy mas dura? pues si. A mi nadie me regala nada, Me he topado con gente que me ha ayudado, si. Pero todo ha tenido un costo que de a poco he ido pagando o lo intento, cerrando tanto deudas materiales como emocionales. Regalar, nadie. Solo mi madre, y porque es mi madre, que es mucha madre.

Yo nunca he estado en mi zona de confort. Porque estar en ella seria tener alguien que te mantenga, dedicarme a las tareas creativas sin preocuparme por trabajar, etc. Esa si seria mi zona real de confort.

Pero no. Me he tenido que ganar o perder en la vida, sola.

Últimamente, siento que solo expresando lo que siento en este blog, que con 10 años casi, como dicen por ahí ya no es un blog sino una vida,  puedo decir mis sentimientos. Porque fuera no existe nadie que me escuche. No porque no haya gente, sino que hay gente que ni les interesa lo que digo, ni estar por la labor de escucharme. Los que han llegado a mi vida estos últimos años, porque son relaciones intrascendentes y los que están de siempre, porque yo no formo parte de sus vidas diarias, estoy muy lejos y no tenemos contacto.

No lo digo con tristeza, lo digo como realidad. Y aunque use una frase que a mi madre, mucha madre que tengo no le guste, “es lo que hay”.

En realidad tampoco tengo muchas ganas de hablar de lo que siento. El otro día esbocé un comentario que salio y la respuesta fue “eso es depresión”. Increíble. Por una frase ya te dicen que estas deprimido. Imposible hablar de nada mas.

Esa costumbre argentina de hablar de todo, que aquí en España no se da, si extraño algo de esas tierras, es eso. Lo tenemos en los genes. Aunque deberé hacer caso de mi sobrino F, que dice que hay que ser más reservado.

Yo no se cual es la mejor solución. Pero yo soy así. Expreso lo que siento porque sino exploto. Y lo seguiré haciendo. Yo lo digo y los demás están en su derecho de escucharlo o no. Pero da igual. He aprendido a no esperar respuesta.

Tendría tantos misterios que resolver por el  comportamiento que he despertado en la gente cercana estos últimos años, que debería contratar a un detective o psicólogo para la labor. Porque sinceramente  con la mano en el corazón, no tengo ni idea que despierto en la gente para que un día me hablen y al otro ya no.

Dejándote totalmente en un ostracismo silencioso inentendible. con lo que conlleva emocionalmente para mí.  Duele y mucho, os lo puedo asegurar. Pero parece que no importa, porque te destierran emocionalmente de sus vidas, en un pis pas. Aun hoy cuando me pasa esto, pienso, jope como pueden? Yo no podría hacerlo si fuera al revés. Yo hablaría e intentaría arreglar lo que haya pasado. Pero bueno, no todos somos iguales. Unos preguntan porque y otros se esconden o desaparecen.

Unos por una cosa y otros por otra, han reaccionado así conmigo. Y aunque no se muy bien porque, si bien  he preguntado y mucho, nunca obtuve respuesta, por lo que optado por retirarme y aceptar estoicamente ese ostracismo emocional que me han impuesto.

Igual  sigo intentando salir de esa zona de confort y arriesgarme. Social y emocionalmente, sin miedo conociendo gente nueva y abriendo mí corazón. Laboralmente no teniendo miedo a nuevos retos aunque sienta que son un poco grandes para mi. Así soy yo, y  no pretendo cambiar, a estas alturas de mi vida, me puedo adaptar pero cambiar no se puede. Las cosas han sido duras, pero no me puedo quejar.

A veces la vida es como esta viñeta. Uno se tira del bloque de hielo, que se convierte tu entorno,  por intentar una cosa nueva que crees que no puede hacerla. Y ya veremos si se puede o no. Lo importante es tirarse. Eso es para mi vivir.

Etiquetado: / /

4 comentarios en «Salir de la zona de confort»

  1. Ya te dije una vez que me encanta leerte, y cuanto más te leo más veo que nos parecemos mucho, pero mucho mucho.
    No te creas que la diferencia está entre Argentina y España, la diferencia está en Madrid y el resto del mundo. En Madrid la gente va a lo suyo, no tienen tiempo para pensar en nadie que no sean ellos mismos, da igual que te estés muriendo, la respuesta es: “no tengo tiempo para ti”. Y a mi me da mucha pena, porque yo creo que trabajarse una amistad es lo más bonito que existe, y estar en las buenas y estar el doble en las malas.
    No están acostumbrados a escuchar cosas de ellos mismos a través de otra persona. Tu eres una persona directa sin pelos en la lengua, que dice las cosas según las piensas, y eso precisamente es lo que me gusta de ti que posiblemente sea lo que no les gusta a otras personas.
    Tírate a la piscina cuantas veces sea necesario, siempre siempre será para mejor, eso significa que estás viva y que luchas por vivir, hay baches, pero siempre los superarás, porque eres muy fuerte y ya lo has hecho otras veces ;))
    Un beso grande

  2. Me siento muy identificada con este post y sabiendo la soledad que eso conlleva, solo quería enviarte un abrazo por tener esa valentía de la que muchos carecen

    PD. Es reconfortante ver que todavía quedamos unos pocos que valoramos la amistad como si de una joya se tratara y no un juguete que se tira a la basura cuando ya está roto.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

A %d blogueros les gusta esto: