Muchas veces pienso en donde estoy. Posiblemente porque cuando uno asume la edad que tiene se plantea si el esfuerzo tan intenso y siempre en alto, vale la pena.

Hoy alguien me decía “eres un bloque”, cariñosamente creo, haciendo referencia a la máquina de pilates que uso, siempre la misma y que cuando ellas la usan, se dan cuenta que la intensidad de resistencia que tiene la máquina es muy fuerte para ellas

Yo siempre digo, que luego de usarla por más de tres años, me he acostumbrado. Ellas dicen que no, que soy un bloque por dentro y por fuera, por la fuerza y esfuerzo que tengo y pongo en todo lo que hago. Una bonita metáfora, que me dejo pensativa.

Porque posiblemente me encantaría poder confiar en alguien para dejarme estar por una temporada, para que me contengan emocionalmente  y me cuiden. Porque para que eso te pase en la vida, tienes que confiar en alguien. Y yo reconozco que mi principal problema es que no me fío y menos con lo que hay al rededor.

Tengo la sensación de que hago las cosas, las termino, pero no las llevo adelante, porque son cosas que se hacen en grupo, y la energía de una sola persona no sirve para nada. Por los tantos las cosas están terminadas, pero el tiempo las mata de aburrimiento.

Mucho tengo que pensar, y sobre todo centrarme para ver que sigo y que no. Habra llegado la hora de mirar para atrás, y no tanto para adelante? puede.

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