Que me gusta escribir, y sobre todo reflexionar sobre la vida, lo sabe todo el mundo. Luego de más de 12 años de tener un blog, lo confirma.

Cuando empecé con mi afición de escribir, en alguno de eso cursos de escritura creativa que hice, me dieron el consejo del “truco de la libreta“. Es muy sencillo, tener siempre una libreta a mano para escribir pensamientos, ideas, cosas que encuentres por ahí como frases, o todo lo que se te ocurra que pueda ser fuente de inspiración futura para ti.

Yo tengo la misma desde hace años, y reconozco que no la he llenado como quisiera, porque por razones que no comprendo mucho, abrir otras tantas y tengo un montón. Pero la que centra el tema de la escritura es una alargada con espiral, tapa roja a cuadros, como no podía ser de otra manera en las que me gustan, y un poco ajada ahora por los años. Y comprada en París, en algunos de los infinitos viajes que hice en esa época, y que siempre volvía con algo de papelería francesa, porque tienen o tenían unas cosas que aquí no habia.

Si veo la tapa, empecé con ella en el año 96. O sea hace 21 años. Se podría decir que ha cumplido la mayoría de edad, 21 años.

Ya no es una libreta adolescente, es una libreta adulta por los años, pero una niña por el contenido. Porque como muchas cosas en mi vida, no ha pasado de la mitad. 

Es increíble la cantidad de cosas que he hecho o intentado hacer, en muchos campos. Pero si me doy vuelta, no he llevado a puerto a ninguna. Lo que me lleva al día de hoy, que salvo trabajar en lo mío, no tengo ninguna afición que ocupe mi tiempo libre, y esto me esta causando algo de inquietud.

Pero volviendo a la libreta de ideas.  En ese consejo, venía la aclaración que siempre la tenias que tener o en tu bolso, o en tu mesita de luz, o cerca, para escribir todo lo que te serviría después. 

Y el porqué de esta reflexión? pues es simple. No la tenía cerca cuando ayer en la cama, antes de dormir, me vino una excelente idea hasta con título para un post de mi blog de decoración, que me puso contenta. Pero como no lo escribí, hoy ni me acuerdo que era. Y sobre todo no tengo ni idea, como resultado mi blog sigue sin avanzar. 

Dicen los psicólogos que cada persona debe hacer su propia experiencia, su propio camino, que a veces te dan consejos y no les haces casos.

Que verdad, pero me hubiera encantado haberle hecho caso. Porque sino no habría tenido un tema original para escribir, cosa que está haciendo que de a poco el blog se pare, porque estoy hartita que todo el mundo se copie los temas de unos a otros.

Así que si te tengo que dar un consejo. Siempre lleva una libreta contigo, y escribe tus ideas. Así la edad, el sueño, el estrés, no te harán olvidar al instante esa idea brutal.

Ya lo decía un amigo “te acordas cuando recordábamos las ideas a la primera….”. La edad no perdona.

Y sino te sirve para nada, igual con el tiempo releer lo que has escrito te robará una sonrisa y te hará preguntarte “yo escribí esto? wow…”