Vivir en un edificio con vecinos que antes no conocías hasta que caíste en la comunidad, a veces es complicado. Yo llevo tres meses en un edificio nuevo, y no termino de verlo claro. En mi piso son 4 puertas, y una es la mía.
Vecinos de pared a pared, tengo una sola, porque del otro lado, lindo con el ascensor, y ni me entero. Pero la de pared a pared, ocasionó que en mi obra de reforma, hubiera una partida más, el primer día que empecé con los trabajos de insonorización. Al llegar a la casa con una amiga para mostrársela, como la vecina tiene dos perritos, los gritos de esta para que sus perros no me ladraron, lo precipitó. Lamentablemente no han sido suficientes, y sus perros que no salen nunca, que tienen un estrés fabuloso, cuando ella se va por las mañanas a las 6 AM, se quedan llorando uno y ladrando el otro.
Por suerte si duermo sobre mi lado derecho no me entero de nada, pero ponen nerviosos a los perros míos, que la nueva, la rubia ladra si los escucha ladrar. Por suerte me hacen caso y cuando le digo que pare, para.
Luego tengo del otro lado, los vecinos del otro lado del ascensor, un matrimonio con dos niñas de 10 años más o menos. El padre y las niñas, saludan siempre y muy amables. La madre más seca que la mojama. Como si me hubiera hecho la cruz de por vida, y ni siquiera se como se llama, ni ha cruzado dos palabras conmigo. No pretendo que a todo el mundo le caiga bien, pero chica, si tu familia me dice buen día y me sostiene la puerta del ascensor, tu no? Educación.. por favor, educación que no falte.
Y la otra puerta, un matrimonio mayor, que a él lo conocí la primera vez en una reunión de comunidad y me cayó fatal. A ella nunca la veo salir. Pero una vez el de Seur me dejó un paquete en su casa cuando yo no estaba, y amablemente me lo trajo a la noche. Gesto de buen vecino, tengo que decirlo.
Luego están los de arriba, que ni me entero, y los de abajo que ellos sí parece que se enteran de mi. Porque ayer recibí un whatsapp «moralizador», sobre los supuestos ladridos y arañazos que hacía mi «perra recogida» cuando yo salí. Que claro, parece que les molestó, cosa que dudo que ocurriera porque ahora estoy escribiendo esto y escucho otro perro ladrar y no es la mía. Parece que eso le molesta pero no que lloren y ladran a las 6 de la mañana, tendré que deducir que ella también se va temprano. Otra que ni se como se llama, porque no se ha presentado.
Para no variar, con la gente que quiere enseñar «moralidad» o lo que sea a otros, cuando le respondí llamándola no escribiendo, porque es mejor dar la cara que esconderse tras un escrito, no me contesto, y cuando insistí había apagado el teléfono. Lo que dice mucho de ella. Tira la piedra y esconde la mano, no vaya a ser que le contesten y no le guste que lo hagan. Tachada de por vida.
Este edificio me está resultando una jungla. Por suerte, cierro la puerta y no me entero de nada. No he venido a hacer amigos, son sólo vecinos.
Para colmo hoy salí temprano con las perras, y la barrendera me mostró lo que había encontrado, cosa que hacía con todos los que se cruzaban con perros, salchichas con vidrios incrustados, en los canteros de los árboles de la calle, para que los perros se los coman y mueran.
Los vecinos, divino tesoro o menuda mierda, según como se vea, no?
Mmmm complicada la convivencia vecinal…
pues si. cada dia compruebo que mi nuevo edificio es una jungla…
bss
Uf, eso es una pena, aunque gente quejosa hay en todos lados.
El saludo no se le niega a nadie, no tienen que ser amigos, pero un poco de educación.
exacto Alejandra.. yo pienso igual..
pero así es la gente…
saludos