Ya lo decía Napoleón.. “argent, argent, argent”. (traducido.. dinero, dinero, dinero). Que el dinero mueve el mundo lo sabemos todos. Que sin dinero no se puede vivir, también.
El detalle reside en que en la vida no todo es dinero, aunque hay gente que “te cobra hasta por respirar”. No me voy a poner en reivindicativa, porque me encanta el dinero, son consumista y gastona, consciente. Pero si me voy a poner en que en la vida, ayudar a alguien con algo, no tiene porque salir dinero, siempre.
Esa publicidad de Mastercard, donde se hace una lista de las cosas y lo que cuestan comprarlas, usando su tarjeta, y el final cuando dice “tal cosa no tiene precio, para todo lo demás Mastercard”. Es muy vieja, ya por el 2002 se veía, por ejemplo esta.
Pues si, hay cosas y por suerte muchas en la vida, que no tienen precio. Para lo demás puede que en un momento no puedas, pero no significa que no puedas juntar y luego comprarlo y hacerlo.
A que viene todo esto? Pues que estoy un poco harta de la gente que cobra por su trabajo hasta por respirar. Tu tienes algún detalle con ellos, pero ellos nunca contigo. Y eso que pagas religiosamente. Una pareja en especial, han llegado a cansarme y como. Eso si, si le exiges que hagan algo de nuevo porque lo han hecho mal, ponen el grito en el cielo y pretenden cobrar de nuevo.
Ojalá mis clientes me pagaran dos veces por el mismo trabajo. Como dice el anuncio.. “para esto o lo otro, tengo dinero, para seguir confiando en ellos para hacer un trabajo, ya no tiene precio.”
pd: Che Pedrín, A otra cosa mariposa. #día7