Llevo una temporada haciendo revisión del pasado y las cosas que han pasado en mi vida. Normal cuando pasa tu cumpleaños, aunque sea en mi caso.
Sobre todo, dándome cuenta de que si algo que quería que pasara mucho, y si hubiera pasado en el momento que lo quería, mi vida al día de hoy, sería más caos aun de lo que posiblemente sea ahora.
Mi madre diría, “nena, tenes mucho tiempo libre, pensas demasiado.” Puede que tenga razón, pero en mi caso sucedió algo que me ha llevado a hacer de esto un ejercicio de comedura de coco semanal o casi.
Hace 10 años, o quizás más, ya he perdido la cuenta, tuve la oportunidad de presentarme a una oferta de empleo que básicamente consistía en hacer lo que hago, pero en Castellón. Debía mudarme de ciudad, y no solo era mucho más dinero que el que cobraba sino porque me tenía que mudar junto al mar. Cosa que sigo pensando y haré algún día. ¿Pero qué mejor que hacerlo con un trabajo no?
Tuve un montón de entrevistas, y estuve entre las últimas. Al final, no me contrataron. Recuerdo lo frustrante que fue y como me sentí.
Cuando estalló la crisis en el 2008 con la construcción y las promotoras, me di cuenta un día que, si al final ese trabajo me hubiera salido, seguro hubiera ido al paro. Teniendo en cuenta que las promotoras inmobiliarias son las empresas que más cerraron en este país.
Desde ese momento, de vez en cuando o cuando me asalta un recuerdo de algo en especial que yo quería mucho pero que no salió, y lo frustrante que fue, pero que ahora ya no existe más, pienso que a veces las circunstancias nos protegen sin saberlo.
Algunos dirán que el universo nos muestra el camino correcto. Como lo quieras llamar, universo, circunstancias, etc. Algo no protegió, aunque en su momento no lo vimos o quisimos ver.
Me he dado cuenta de que de estas en mi vida tengo varias. Al final lo que menos ilusión me ha hecho, es lo que mejor me ha salido.
Aunque yo he aprendido a hacer, lo mismo que ha contado en una entrevista Miguel Bose, cuando dijo “que él se dejó llevar por la vida”. Yo diría, “yo me he dejado llevar por las circunstancias”.
Aunque molesta y bastante casi siempre, porque no es lo que en el fondo uno quiere, aunque no es para quejarse. Pero bueno, el que no se quiere convencer es porque no quiere.
Así que ya sabes mi consejo de hoy…
Vive, ama y no te frustres porque algo de lo que tu deseas en tu vida, no salga, seguro habrá algo mejor esperándote. Deja que llegado a este punto en tu vida, la vida fluya, que se convierta en una grata sorpresa donde te lleve.
Y si esto no te consuela de tu frustración, porque lo que querías no sale, piensa que siempre se puede estar peor.
La intuición, ese extraño presentimiento que no sabemos explicar.
Leí una vez, nunca hagas negocios con alguien que te caiga mal. Es cierto, al menos para mi.
Si empezamos a pensar “¿qué hubiera pasado si…?” no terminaríamos nunca.
Con el tiempo me he acostumbrado a pelear con lo que tengo, algunas circunstancias me las he creado yo, otras me han venido heredadas.
No hay problema, a fortalecer el carácter, que dicen los abuelos.
jope santi.. que sabio estas.. sera la edad ???? ojo no te llamo viejo, me lo digo a mismia… 🙂
bss