Por qué hago las cosas

Hoy me he levantado reflexiva, pensando, luego de ver algunos comentarios o reacciones a las cosas que hago, ¿por qué las hago?

Las hago porque me gustan hacerlas o para que le gusten a los demás. Es un buen punto de vista a analizar. Porque en muchas de ellas pongo mucho de mí, de mi tiempo, y de mi creatividad. Pero no dejo de pensar que solo las hago para ser aceptada dentro del sistema, y no porque me gustan hacerlas y disfrutarlas.

En muchas cosas no tengo ese entusiasmo que veo en otras personas haciendo lo mismo. Me gusta hacerlas, me relaja, pero no dejo de ver si es solo para acallar mi ego y no por la actividad en sí, que sea vocacional.

El problema básico radica posiblemente en que al vivir en una sociedad tan competitiva, nos han enseñado a comparamos con los demás y es algo que nunca me ha gustado. Ese refrán “mal de muchos, consuelo de tontos”, siempre lo he tenido en cuenta. 

No me gusta compararme con nadie. No porque sea mejor ni peor, soy así, soy lo que soy y listo. No pretendo gustar a todos. Nunca he sido popular en exceso, lo justo, así que el término medio llena mi existencia.

De las cosas que hago, sobre todo las creativas, hay algunas que me gustan más, otras menos. Pero si tengo que reconocer, que las que siempre me han costado mucho, me aplico más. Me intento superar. En esto he aprendido, que he  llegado a un punto que tengo un estilo reconocible y mío. 

Ahora que tengo ese estilo propio, me llega la duda de porque lo hago. ¿qué le guste a los demás o para que me guste a mí? Evidentemente, sé que nos gusta, que lo que hagamos guste a los demás también, pero porque lo hago yo? ¿Eso es prioritario?

(me quedo pensativa)

Pues creo que no. Es prioritario que me guste a mí, que yo esté conforme con el resultado. Si además les gusta a los demás, fantástico. Sino que se le va a hacer. Aceptaré la crítica o la no crítica, que en el fondo no sé qué es peor, que la gente te critique o que no diga nada, y se quede en silencio. La falta de reacción a veces es peor que escuchar una crítica.

Una crítica se puede rebatir, con hechos o no, pero se puede comentar en los distintos puntos de vista. Y si no se puede revertir, se acepta y listo, por eso no somos todos iguales, sino seria aburrido.

La NO reacción hacia algo, lo llevo peor que la crítica, porque eso creo que significa muchas cosas. Y ninguna me gusta. 

Llegados a este punto de esta reflexión, creo que si saco una conclusión de esta duda existencial, como dice mi madre que es una señora muy señorona… “No des más por el pito, de lo que el pito vale“. O como diría yo… “No esperes nada de nadie, ni siquiera una reacción emocional hacia algo creativo tuyo, así no te daña no tenerla, y si la tienes te sorprende, sea cual sea el resultado.”

Al final, no se si seguir pensando o salir corriendo. 

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