En el interiorismo está de moda lo vintage. Pero me he dado cuenta que en el lenguaje también. Bueno no se de moda, pero se están usando nuevamente verbos que antes no se usaban, o palabras.
Esto es posible, porque tenemos un idioma tan rico, el español, que supera en número de palabras o expresiones, para definir algo al ingles y otras lenguas.
En mi caso, inconscientemente, estoy usando verbos que me resultan muy sonoros, cantarines y poco usados por mi antes, que por eso los llamo yo vintage.
Por poner un ejemplo, el del otro día “abrumar“. Hace unos años yo hubiera dicho “estoy hasta lo c…” pero con los años, uno se va refinando, se hace menos beligerante, y por eso, me abruman que queda como más sofisticado no?
Esta semana he usado mucho “desbordar“.
Pues si, el trabajo me está “desbordando“. Pero tranquis, es por mucho que estoy pensando en hacer cosas con alguien más, porque para mi solo esto me supera a veces. Y como con “abrumar”, el uso de “desbordar” me suena más sofisticado, en vez de decir también “estoy hasta los c…”
Uno puede ser delicado, sofisticado con un montón de palabras, sin ser borde, callejero con sus expresiones. La imagen en el habla es tan importante como la del vestir.
No se muy bien porque ahora uso verbos distintos, será que con la edad me estoy civilizando o esa rebeldía innata ya me aburrió?
Yo creo que el punto pasa por que la profesión que elegí, pero que por circunstancias no la desarrollo en un espacio cerrado con iguales, sino en una obra con gente que no tiene nada que ver conmigo, solo que son mis empleados, y me ha “vulgarizado”. En el fondo, me niego a que eso siga pasando. Quizás haya más porque de esa sensación de vulgarización, pero lo dejaremos ahí.
Con todo mi respeto hacia la gente que trabaja para mi, yo no soy una de ellos, solo estoy con ellos en ciertos horarios del día. Las bromas con doble sentido, pesadas, la falta de modales, ya me ha cansado. Os lo aseguro. En treinta años, he escuchado verdaderas burradas. Ya no quiero más.
A veces, tengo ganas de estar en el estudio todo el día, y que el trato diario lo hagan otros. Pero eso aun no puede pasar, aunque deseo con todo mi corazón que suceda. Para no sentirme más “desbordada“, ni “abrumada“, ni con ganas de sacarle la cabeza a alguien de un tirón o de una patadita en el c… mandarlos a Parla.
Ups, se me escapó un exabrupto.
Imagen @Cowabunga. Photograph by Topo-designs
Como abogada, se me da al revés. Uso todo el día palabras coloquiales, o vintage como tú las llamas, y me cuesta usar las otras. Cada trabajo con su paradoja.
Pues chica, yo con el tiempo y el trato me he vulgarizado de una manera, que me tengo que forzar por hablar bien. Cosa que intento te lo aseguro. Lo único bueno es que escribo como hablo, de corrido…
bss